Fecha Publicación: 03-11-2021
Por quinta ocasión en la historia de las Naciones Unidas, México participa como miembro no permanente del Consejo de Seguridad. Durante esta membresía que abarca el lapso 2021-2022, solo tendrá una oportunidad para presidir las labores del Consejo, lo cual tiene lugar durante el presente mes de noviembre.
Como ya lo señaló el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, en esta presidencia se examinarán temas prioritarios para México: la pobreza y la desigualdad como promotores de conflicto, la coordinación entre órganos y agencias de Naciones Unidas, así como el tráfico y desvío de armas.
Además, el Consejo de Seguridad abordará temas que ya están incluidos en su agenda, principalmente las situaciones en conflicto en diversas regiones, la revisión de las operaciones de mantenimiento de la paz y los quince miembros que lo integran también trabajarán de manera intensa al interior de los comités de sanciones, grupos de trabajo y en innumerables consultas informales con miras a llegar a soluciones para problemas que representan amenazas al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
¿Cuál es la relevancia de presidir el Consejo de Seguridad para un país como México? La respuesta más evidente es que forma parte de su responsabilidad como Estado miembro de la Organización de las Naciones Unidas y del compromiso asumido como miembro fundador para hacer valer los principios y objetivos de la Carta de San Francisco.
Por otra parte, esta responsabilidad internacional va acompañada del compromiso expresado por el actual gobierno mexicano para tener una política exterior que impulse y fortalezca al multilateralismo. Los efectos que a nivel mundial ha tenido la pandemia de la Covid-19 han demostrado la necesidad de que todos los Estados unan esfuerzos en favor de la cooperación internacional para el desarrollo como una manera de enfrentar las causas estructurales de la pobreza y desigualdad.
Durante esta presidencia del Consejo de Seguridad, se espera que México contribuya a mejorar los métodos de trabajo. La mayoría de los Estados miembros de Naciones Unidas solamente tienen acceso a la información que se presenta durante las sesiones públicas. Los debates y negociaciones que se celebran en los órganos subsidiarios o en consultas informales rara vez salen a la luz pública. Sin embargo, hay formas de tener una mayor transparencia y rendición de cuentas por parte de los quince miembros del Consejo.
México debe alentar la celebración de reuniones siguiendo la “Fórmula Arria” que son debates públicos en la sala del Consejo de Seguridad donde se invitan a expertos sobre un tema en particular, así como a la realización de reuniones públicas de recapitulación sobre los trabajos desarrollados a lo largo del mes. De igual forma, se debe dar una atención especial a las labores de difusión pública de los trabajos desde la presidencia del Consejo, tanto a través de las redes de comunicación de las Naciones Unidas como de la Misión de México ante la ONU y de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Por último, ¿qué mejor muestra de la importancia que otorga México al multilateralismo y a los trabajos del Consejo de Seguridad que la participación del Presidente Andrés Manuel López Obrador en la presidencia mexicana de este órgano? El mensaje que enviará a los integrantes del Consejo y al resto de la membresía de la ONU será examinado como una aportación para enfrentar los desafíos actuales para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.