Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales

Última actualización:
2025-05-28 13:53

LO QUE EL PIB NO DICE: DECISIONES HUMANAS EN TIEMPOS DE IA

Fecha Publicación: 23-05-2025

Hace unas décadas, bastaba con mirar el crecimiento del PIB para hablar de progreso. Si la economía crecía, se asumía que las personas vivían mejor. Pero hoy esa lógica empieza a hacer ruido. Ahora, los economistas comentan cómo, a pesar de los buenos números en ciertas economías, muchas personas siguen sin acceso a servicios básicos. Esa desconexión entre los grandes indicadores y la vida cotidiana ha llevado a replantear cómo entendemos el desarrollo. El Índice de Desarrollo Humano (IDH), impulsado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), propone mirar más allá del crecimiento económico y centrarse en lo que importa: la salud, la educación y los ingresos de las personas.

Este año, el PNUD presentó su nuevo Informe sobre Desarrollo Humano 2025, titulado “Un llamado a decidir: personas y posibilidades en la era de la Inteligencia Artificial”. Lejos de mostrar una recuperación sólida tras las crisis de 2020-2021, el Informe revela que el progreso en desarrollo humano ha sido más frágil de lo esperado. Si se excluyen los años críticos de la pandemia, el crecimiento proyectado del IDH global para 2024 es el más bajo desde que se mide, en 1990. Todas las regiones del mundo, sin excepción, enfrentan una especie de pausa en su avance, lo que nos obliga a mirar con mayor atención el tipo de futuro que estamos construyendo.


En los pasillos de muchas escuelas de América Latina aún se sienten las secuelas de los años más duros de la pandemia. Niñas y niños que no volvieron a clases, jóvenes que truncaron sus estudios, familias que priorizaron lo inmediato sobre lo esencial. Esa escena se repite en muchos rincones y ayuda a explicar por qué, pese a cierta recuperación económica, el desarrollo humano sigue sin retomar su ritmo. América Latina y el Caribe vivieron una caída profunda entre 2019 y 2021 y, aunque ha habido avances, la región no ha logrado recuperar la senda de crecimiento previa a la crisis sanitaria. América Latina muestra indicios de un estancamiento que refleja debilidades estructurales.

México se encuentra justo en medio de esa encrucijada. Según el Informe del PNUD, el país ocupa el lugar 81 de 193 en el ranking global de desarrollo humano —con un alto IDH. En esperanza de vida alcanza los 75.1 años; en educación, una persona nacida hoy puede esperar estudiar 14.5 años; y el promedio de escolaridad es de 9.3, ligeramente superior al promedio regional. Donde México destaca más es en ingresos: 21,813 dólares per cápita (PPA 2021), por encima del promedio regional de 18,048. Estas cifras muestran avances en escolaridad e ingresos, pero también retos persistentes en salud y en garantizar trayectorias educativas completas para las nuevas generaciones.


Mientras seguimos lidiando con brechas sociales persistentes, la inteligencia artificial ya no espera. Ha dejado de ser una promesa lejana para convertirse en protagonista del presente: está transformando el trabajo, reescribiendo la forma en que aprendemos y alterando nuestras interacciones. Según una encuesta global para el Informe, siete de cada diez personas creen que la IA aumentará su productividad, y dos tercios planean usarla en salud, educación o empleo en el próximo año.

Aprovechar esta revolución tecnológica para impulsar el desarrollo humano en México exige más que entusiasmo: requiere decisiones audaces y políticas claras. México pudiera apostar por una economía donde la IA complemente —no reemplace— a las personas en el trabajo; por sistemas donde las decisiones algorítmicas respeten la voluntad humana; y por instituciones educativas y de salud que no solo adopten tecnología, sino que lo hagan con criterio, reflexión y propósito. La IA está aquí para mejorar la vida de las personas, no solo por eficiencia económica o moda. El futuro no está escrito, pero se está programando.

*Las opiniones expresadas en este artículo son atribuibles únicamente al autor y no a las organizaciones que representa.

*El autor es doctor en ciencias políticas y desarrollo internacional por University College London (UCL) de la Universidad de Londres. Actualmente se desempeña como analista en la Oficina de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Nueva York. Es miembro asociado del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI) desde 2023.

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