Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales

Última actualización:
2025-02-21 11:09

LA GUERRA DE ARANCELES DE TRUMP FRENTE A LA UE

Fecha Publicación: 10-02-2025

En un mundo complejo caracterizado por la permanencia de policrisis y una globalización fragmentada, Trump regresa a dirigir la potencia hegemónica global. Desde el primer día de su segundo mandato ha implementado políticas basadas en sus promesas de campaña con la firma de un sinfín de órdenes ejecutivas respaldadas en el discurso de reconfigurar el gobierno de Estados Unidos con su lema “Make America Great Again”.

La política comercial no ha sido la excepción y las consecuencias que tendrán las medidas que amenaza imponer son brutales. Los aranceles o tarifas son un instrumento de política comercial que tiene impactos en el comercio global. Para Trump son un instrumento de presión y negociación para alcanzar fines políticos. Sin embargo, el efecto bumerán que pueden tener en la economía estadounidense y las probabilidades de que se reavive una guerra comercial son dos consecuencias fatales.


Es así que nos encontramos en un escenario de tensión y guerra comercial, seguido muy de cerca por importantes actores de la política internacional, especialmente la Unión Europea. La UE es el mayor mercado único en el mundo, siendo esta una de las premisas y pilares fundamentales de la propia existencia de la Unión. Europa ya no está centrada en el comercio interno, ya que 30% de su PIB proviene del comercio exterior, lo que la convierte en una de las mayores potencias comerciales de exportación e importación que impulsa sanas relaciones comerciales de mutuo beneficio para los diferentes actores económicos a nivel global y regional.



La Unión Europea y Estados Unidos mantienen la más amplia relación bilateral de comercio e inversión y la relación económica más integrada del mundo. En conjunto, representan casi 30% del comercio mundial de bienes y servicios y el 43% del PIB mundial. Estados Unidos es el primer socio de la Europa integrada y un cliente especialmente importante por el tipo de productos que compra, tales como medicinas, vehículos y otros productos farmacéuticos, además de artículos de alto valor añadido difíciles de colocar en otros mercados extranjeros por su precio y por su volumen de ventas.

Por eso, los aranceles de Trump son una amenaza muy seria para los Estados miembros más orientados al comercio con Washington, como Alemania, Italia o Irlanda. De momento, la financiera Goldman Sachs ha recortado su previsión de crecimiento para la eurozona del 1.1% al 0.8% para 2025 y advierte de que el sector del automóvil será uno de los más afectados, lo que afectaría duramente a Alemania, motor económico de Europa, ya de por sí muy afectado por su desvinculación del gas ruso. Cabe mencionar la importancia de Hamburgo, que se encuentra en primera línea ante la amenaza de aranceles de Estados Unidos, al ser la principal puerta de entrada a Europa y conducto para la mayoría de las exportaciones europeas, por lo que las decisiones que tome el próximo gobierno, derivado de las elecciones del 23 de febrero, serán cruciales.

La Unión Europea vende mucho más a Estados Unidos de lo que le compra, pero ambos tienen mucho en común y mucho que perder. Un conflicto arancelario entre ambos sería un problema para la economía estadounidense con una mayor inflación y alza en las tasas de interés en Estados Unidos, lo que probablemente debilitaría al euro.

Calificando a la Unión Europea como una “mini-China” y argumentado que Europa ha tratado “terrible” y “se ha aprovechado de Estados Unidos”, al no compararle sus coches o sus productos agrícolas, con un déficit comercial para Estados Unidos de 300 mil millones de dólares, Trump anunció que, a partir del 18 de febrero, impondrá a la UE aranceles al petróleo y gas que importa Estados Unidos. Cabe recordar que, durante su primer mandato, Trump impuso aranceles del 25 % al acero europeo y del 10 % al aluminio y ahora amenaza nuevamente con imponer tarifas a estos sectores. Por su parte, la Unión Europea ha afirmado que está preparada para un diálogo sólido pero constructivo con Estados Unidos, aunque respondería con firmeza a cualquier socio comercial que imponga aranceles de manera injusta o arbitraria a los productos de la UE, tal como lo han anunciado Scholz, Macron y Tusk.

Una posible guerra comercial entre Bruselas y Washington beneficiaría a China. La economía china ya no depende tanto de Estados Unidos como lo hacía en 2020. Beijing ha reforzado sus acuerdos comerciales en África, Sudamérica y el Sudeste Asiático y ahora es el mayor socio comercial de más de 120 países.

La política de Trump de “America First” traerá desafíos y amenazas a casi todos los países del mundo. En la carrera de competencia estratégica entre Estados Unidos y China, un deterioro del liderazgo y la credibilidad de Estados Unidos beneficiará a China. Por eso, Estados Unidos necesita a Europa y Europa necesita a Estados Unidos. La UE tiene muchos aliados alrededor del mundo pero ninguno es tan importante como su relación con Estados Unidos. Sin duda, una guerra comercial afectaría a los consumidores de ambos lados del Atlántico.

No hay ganadores en las guerras comerciales. Si bien la guerra de aranceles de Trump ha marcado un punto de inflexión, las relaciones transatlánticas serán una mezcla de cooperación y competencia en sectores específicos como la tecnología y la energía. Europa lleva tiempo estudiando varios escenarios para estar preparada, en caso de que Trump decida lanzar una nueva disputa comercial con el bloque económico más integrado del mundo.


* Mónica Laborda Sánchez

Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autora.

Doctora en Relaciones Internacionales e Integracio´n Europea. Asociada del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi) y Miembro de la Unidad de Estudio y Reflexión Europa+ del mismo. Miembro de la Red de Europei´stas en Me´xico. Conferencista, catedra´tica y colaboradora para diversos medios nacionales e internacionales. Investigadora del Instituto Universitario de Estudios Europeos de la Universidad Autónoma de Barcelona.

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