Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales

Última actualización:
2023-01-27 11:24

UNA NUEVA FICCIÓN

Fecha Publicación: 09-01-2025

La palabra ficción viene del verbo latino fingere, que no significa fingir, sino tallar o moldear. Este término se usaba por los artesanos para moldear una vasija o en los escultores para moldear una obra de arte. Jorge Volpi en su libro “La invención de todas las cosas” usa esta descripción para llegar a un punto fundamental sobre la realidad a la que define como: “esa argamasa a la que damos forma y volumen con la imaginación”.

Traigo esta referencia a colación porque oficialmente ha iniciado el 2025, un nuevo año. Dejamos atrás un 2024 lleno de retos complejos, un año que se caracterizó por conflictos importantes como los de Rusia y Ucrania, o Israel y la región de Medio Oriente; pero también por cambios importantes en los gobiernos en múltiples lugares del mundo, destacando desde luego el triunfo de Donald Trump en EUA.

Y a pesar de que el 2025 inició con los atentados de Nueva Orleans y Las Vegas, estamos en el umbral de una nueva oportunidad para darle una forma y volumen distintos a la realidad que vivimos.

El contexto actual nos habla de la necesidad de repensar cómo hacemos las cosas, reflexionar muy bien sobre los conceptos, ficciones y demás ideas que tomamos como ciertas y no cuestionamos.

Hablo de cosas profundas como la concepción de los estados-nación, la educación, de la creación de riqueza, de la democracia, la forma en que vivimos e incluso de lo que significan los avances tecnológicos.

Me parece que el centro de esa discusión inicia con el individuo. Hemos perdido de vista como sociedad, la unicidad que tiene cada persona y lo que aporta en el rol que asume en ella. Pero también las necesidades que tiene para sentirse pleno en ella.

Esto es complementario, cuando una persona comprende sus talentos, alcances y propósitos, es capaz de generar un círculo de bienestar con lo que lo rodea. La diversidad de “desigualdades” que tiene cada individuo, ha sido históricamente crucial para el desarrollo de la humanidad, porque representa una complementariedad social y económica.

A lo largo de las épocas hay seres humanos que han sido mejores para la agricultura, otros para la ganadería, unos para vender, otros para los deportes, las artes o la ciencia. Y esto resulta en una cadena que nos permite desarrollarnos en la sociedad.

Quienes destacan en cada campo han logrado conjuntar oportunidad, mérito y talento. Si cada uno de nosotros tuviéramos la oportunidad de desarrollar nuestros talentos y llevarlos al máximo, la historia del mundo sería diferente. ¿Se imaginan?

Desde luego, esta es solo una de las condiciones que deberían cumplirse en esta ecuación. Otro aspecto importante dentro de esta discusión es el plano de las ideas. La premisa de que todos debemos pensar igual es absurda y contradictoria, pero debemos cultivar una cultura crítica, en donde podamos comunicarnos asertivamente, comprender el porqué una idea es buena o no, o cómo podemos sumar a lo que se nos propone.

El cuestionamiento es importante, como lo es la empatía para considerar lo que los demás piensan. Como individuos debemos tener consciencia.

Si deseamos desarrollar una nueva generación capaz de enfrentar el reto de crear nuevas ficciones, debemos formar jóvenes que conozcan sus talentos, y que tengan consciencia para construir nuevas oportunidades para este mundo.

Y eso solamente puede ser alcanzado mediante un cambio profundo en la educación.

Necesitamos una educación que desarrolle habilidades para la vida como: pensamiento crítico y sistémico, aprender a aprender, resolución de problemas, responsabilidad social, autocontrol y autoconocimiento. Todo esto en un ambiente digital y de alta tecnología.

La educación debe ser una herramienta de empoderamiento social y es el camino hacia la formación de una nueva generación de jóvenes que cambien el futuro de nuestra sociedad.

Estoy convencido de que trabajar en el individuo es la respuesta a un mundo que hoy requiere nuevas ideas. Nos encontramos en un impasse de liderazgo, de alternativas que solo puede revertirse si nosotros mismos tomamos consciencia de ello y hacemos algo al respecto.

“Yo soy la novela” decía Kafka, refiriéndose a que estaba en él, la respuesta de a quién miraba frente al espejo. Su famoso Gregorio Samsa era fruto de su propia visión, y la realidad en la que vivimos hoy en 2025 es fruto de esa novela que la humanidad se ha creado, es nuestra responsabilidad crearnos esas nuevas ficciones.

Que mejor propósito de año nuevo que iniciar ese cambio nosotros mismos, ¿qué puedes hacer mejor hoy para ello?

Internacionalista y licenciado en literatura. Profesional con amplia experiencia en el ámbito diplomático, legislativo, y en los sectores público y privado. Miembro de de la Unidad de Estudio y Reflexión sobre Sociedades del Conocimiento y Educación del COMEXI.

Participación en El Sol de México