Fecha Publicación: 23-05-2019
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial son sin duda los organismos financieros internacionales más conocidos, sin embargo, en el firmamento de organizaciones internacionales existen algunas que podrían parecer de segundo orden pero que, después de los impactos de la crisis financiera de 2008, resultan relevantes debido a su papel en la arquitectura financiera internacional.
En particular me refiero a la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO, por sus siglas en inglés). Ésta reúne a la mayor cantidad de reguladores de valores del mundo y que recién acaba de concluir su 44° Encuentro Anual en Australia.
La reunión de Sídney ha sido una gran oportunidad para reunir a las autoridades nacionales con los miembros de la industria, sobre todo en la recta final de la agenda postcrisis; una vez atajados temas más importantes como lo referente a la regulación de productos derivados, el trabajo se ha trasladado a aspectos inconclusos como el diseño de una metodología para determinar el nivel de apalancamiento de los administradores de activos.
Sin duda, pronto estaremos viendo los primeros pasos de una nueva agenda para los años por venir, producto de la identificación de nuevos riesgos financieros. Habría que poner en primer lugar los retos que implican las tecnologías aplicadas a las finanzas, desde la forma de mantener la integridad de las operaciones de los inversionistas, hasta los riesgos en la infraestructura de los mercados. El año pasado México publicó la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera conocida como Ley Fintech, hasta el momento IOSCO no ha emitido los estándares internacionales para éste tipo de actividades; en ese sentido, México se encuentra un paso adelante, pero es un hecho que llegará el momento en que la dinámica globalizadora de los mercados hará necesario el diseño de condiciones mínimas para el buen desempeño de las operaciones internacionales en este campo. Dar seguimiento a los trabajos de IOSCO puede ser un buen termómetro para entender la dirección de la regulación nacional.
Para fortuna del campo de las relaciones internacionales, a partir de este año se lograron nuevos compromisos con la transparencia, IOSCO buscará una aproximación más cercana con actores de la sociedad civil y la academia, muestra de ello es que se publicó por primera vez el programa de trabajo de la Organización para 2019, en donde se puede encontrar con claridad otras líneas de trabajo además de las ya mencionadas y los informes o documentos que serán publicados.
México es miembro de IOSCO a través de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, lo que le permite formar parte del proceso de toma de decisiones. Ante los retos de la nueva administración, la participación mexicana será una valiosa oportunidad para dar seguimiento a la nueva agenda en materia bursátil y al carácter de la intervención nacional en la dinámica financiera internacional sobre todo en aquellos temas en los que estamos en la vanguardia, como los servicios basados en nuevas tecnologías.
