Fecha Publicación: 13-12-2019
La geopolítica global tiene diversos espacios de expresión en donde queda de manifiesto la hegemonía de las potencias. Háblese de campos tan diversos e indirectos como los deportes (p.ej. el medallero olímpico), las ciencias (p.ej. obtención de prestigiosos premios de alta divulgación, como el novel en sus categorías de física y química) o las artes (p.ej. la industria del entretenimiento). Sin embargo, la mayoría de las veces se pasa por alto espacios de dominación mucho más directos e intrusivos que se pierden de vista para la sociedad dominada. Los medios de comunicación y las finanzas son el ejemplo más claro.
El viernes 22 de noviembre el Financial Stability Board (FSB) publicó la lista anual de bancos de importancia sistémica global. El objetivo del listado, que se publica desde 2011 a raíz de la crisis financiera de 2008, fue acabar con la condición conocida como “demasiado grandes para quebrar” es decir, que por las características de algunos bancos (tamaño, interconexión, complejidad, entre otros) su quiebra ocasionaría grandes impactos económicos, lo que obligaba a su rescate. El banco, al saberse “sistémico” tomaba ventaja de esta situación, incurriendo cada vez en más riesgos en sus actividades (el llamado riesgo moral).
En la lista de este año hay 30 bancos, ordenados en cuatro casillas de acuerdo con su nivel de “importancia sistémica”, ésta determina el capital adicional que deberá acumular cada banco. De tal manera, el banco de mayor peso sistémico es el norteamericano J.P. Morgan Chase, seguido por Citigroup y HSBC. La única novedad de éste año es la adición del banco canadiense Toronto Dominion. Que, en la lista de este año, el 80% de los bancos sean los mismos que en 2011 hace pensar que la estrategia del FSB no está dando resultado, es más, que ni un solo banco de la lista ha emprendido una estrategia de escisión para mantener su rentabilidad a pesar de mayores costos regulatorios y una supervisión más estricta, es muestra de la ventaja comparativa que conlleva ser sistémico.
Lo que si podemos observar claramente es el reflejo del peso de los centros financieros globales. De acuerdo con la jurisdicción de origen de los bancos en la lista, tenemos representación de todos los miembros del G7, Estados Unidos con ocho, Francia con cuatro, Japón con tres, Inglaterra con tres, Canadá con dos, Italia y Alemania con uno cada uno; mientras que China, de contar con un banco en la lista de 2011 ha aumentado su presencia al contar con cuatro en la lista de 2019.
Siempre se podrá argumentar que los bancos globales, por tal condición, no responden a intereses nacionales, pero atendiendo a la constante práctica en la política, los directivos de hoy en estos bancos saben bien que pueden ser los ministros de finanzas de sus respectivas naciones en un futuro.