Fecha Publicación: 16-12-2019
La reforma al sistema de pensiones que propone Macron, la cual a pesar de que el estallido social se presentara hace algunos días, el texto íntegro de la reforma aún no se conocía hasta que el Primer ministro Éduard Phillipe lo presentara en un discurso ante el Consejo Económico, Social y Medioambiental (CESE) esta semana. Esta propone homologar los 42 diferentes sistemas de pensiones que existen Francia.
La homologación de los sistemas pensionarios en un “sistema universal” de jubilaciones, reemplazaría a los 42 existentes (general, de funcionarios públicos, privados, especializados, autónomos y complementarios). Los cuales son sistemas con condiciones específicas, organizados por profesión y reglamento que en conclusión genera que el profesionista francés no tenga los mismos derechos que otro, una vez que se jubile.
Esta reforma establecería una pensión mínima de mil euros, a quienes hayan cotizado dentro del mercado laboral 42 años, aunque se busca aumentar progresivamente a 43 años. Este cambio favorecería a los trabajadores, que ganan el salario mínimo, y se empezaría apreciar en 2022.
La edad para jubilarse se subiría progresivamente a los 64 años en 2027, actualmente son 62 años, quienes decidan jubilarse antes tendrán penalizaciones en su pensión y quienes lo hagan hasta los 64 años o más podrán recibir mayores beneficios. Se busca que con esta reforma que las pensiones no estén indexadas a la inflación, sino que lo estén a los salarios.
La indignación social ante la reforma propuesta por el gobierno francés, esta ligada a que el sistema de pensiones francés, es uno de los más fuertes pilares de la protección social que el Estado brinda. Para la sociedad, en general este es un sistema que funciona a la perfección por lo que motivo de orgullo. Las movilizaciones que han sido convocadas en todo el país han afectado el transporte. Solo uno de cada seis trenes de alta velocidad circula. No hay ningún tren entre Francia y España y Francia e Italia. El 90% del servicio ferroviario con Suiza se ha suspendido.
Las huelgas y movilizaciones han dejado semiparalizado al país. El Secretario General de la Confederación General del Trabajo (CGT) y líder de la oposición de la reforma, Phillipe Martinez, ha declarado que seguirán con las protestas hasta que el gobierno de Macron, desista de presentar la reforma. Martinez sentencio que no buscaran obtener concesiones.
Los huelguistas esperan obtener un resultado similar al que se dio en 1995. En ese entonces Jacques Chirac se desempeñaba como presidente y su Primer Ministro era Alain Juppé, quien impulsó una reforma pensionaria parecida a la que el día de hoy promueve Macron y Phillipe. En ese año las manifestaciones duraron tres semanas y acabaron forzando a Juppé a retirar la reforma.
El gobierno francés cuenta con tres opciones. La primera retirar la reformar como lo haría Alain Juppe en 1995, lo cual se antoja imposible. La segunda es mantener la reforma, sin seguir fomentando el diálogo con los sindicatos o la tercera que se prevé sea la más probable, seguir dialogando con los sindicatos y oposición, sin embargo tendría que haber voluntad entre ambas partes, ya que por el momento para los líderes sindicales, el gobierno francés no está a la altura de las reivindicaciones sociales.
