Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales

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2024-03-28 18:11

ENTRE "PARÁSITOS" Y MEXICRÁNEOS

Fecha Publicación: 27-02-2020

El Heraldo de México

De acuerdo con Nicholas Cull, la diplomacia pública es el intento de un actor de gestionar el entorno internacional mediante el compromiso con un público extranjero. Con un carácter integrador que privilegia la dimensión político diplomática, se utiliza como herramienta de política exterior lo mismo que la Marca País, que busca capitalizar la reputación de una nación con una propuesta de valor en las dimensiones turismo, exportaciones e inversión extranjera directa. En el informe 2019 de las marcas país publicado por la consultora Brand Finance, México cayó de la posición 14 a la posición 18 abajo de India, Corea del Sur, Indonesia y Brasil.

Con una economía que en 2019 registró una contracción anual desde 2009 quedando en 0.1% de crecimiento de acuerdo con el Inegi; la cancelación de iniciativas de gran envergadura como ProMéxico, dedicado a la promoción de las exportaciones mexicanas en representaciones en el extranjero y que ha significado la afectación principalmente de Pymes manufactureras; la desaparición del Consejo de Promoción Turística que afecta no sólo la presencia de México, sino de Pymes y Mipymes en ferias internacionales; con el apoyo desmedido a figuras como la de Evo Morales, quien cometió fraude electoral en Bolivia; con notas en los principales medios en el extranjero burlándose de la “rifa” del avión presidencial (que sigue costando millones a los contribuyentes); con participación a nivel de Secretaría en reuniones de líderes de países como el G20 o la Asamblea General de las Naciones Unidas, México ha abandonado su posición arduamente ganada en el foro internacional y hoy cuenta con muy pocas herramientas de las que pueda echar mano para posicionarse como un actor confiable a nivel internacional.

Las iniciativas derivadas de la diplomacia cultural, como cine, música, pintura, literatura o gastronomía, que son múltiples y de diversos actores del país, suman a lo que desde la Secretaría de Relaciones Exteriores y otras dependencias del gobierno puedan hacer para revertir una imagen deteriorada. Sin embargo, subsiste el problema, de acuerdo con Jorge Schiavon y Bruno Figueroa, del poco presupuesto y poder de la Cancillería derivado del tamaño, distribución y recursos de sus representaciones diplomáticas: una baja inversión en capacidades de política exterior conduce a una participación menor en asuntos globales.

Con bajo crecimiento, cancelación de grandes obras y elección de obras absurdas e inviables, más la violencia que va en aumento, las exposiciones de alebrijes y mexicráneos en Francia, las obras de grandes muralistas en el Museo Whitney de Nueva York o la participación en el Festival de Diversidad Cultural en Doha, entre otras valiosas iniciativas, no alcanzan para restaurar la imagen del México que conocíamos y vamos extrañando.

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