Fecha Publicación: 24-06-2024
A pocos días de celebrarse el 75 aniversario de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), la seguridad internacional mantiene una condición de alta conflictividad en diversas partes del mundo, en Medio Oriente, en el mar de China Meridional y ante todo en Europa del Este, en donde las acciones militares de la Federación Rusa no solo buscan reafirmar su soberanía sobre la península de Crimea y el Donbás, realmente es la búsqueda incesante del gobierno de Vladimir Putin, por recuperar su pasado imperial.
En ese sentido, las condiciones que se han ido gestando en los diversos escenarios geopolíticos, se complican a razón de los cambios políticos que tendrá el Parlamento Europeo, con el ascenso de grupos nacionalistas como el de Marine Le Pen en Francia o que el partido socialdemócrata del Canciller Olaf Scholz quedara en un tercer lugar; pero si estos cambios son importantes, lo es también, la incertidumbre de la elección presidencial en los EEUU y de los cambios que se puedan suscitar, si el candidato republicano Donald Trump vuelve a ocupar la Casa Blanca.
De igual manera, la alianza geoestratégica entre la Federación Rusa y La República Popular de China, han generado un bloque de contención al lado de Irán, Corea del Norte y de sus aliados en América Latina y África (Cuba, Brasil, Venezuela, Sudáfrica), en un nuevo marco de referencia en la confrontación por la definición del nuevo orden mundial.
Ante este escenario, los líderes del denominado Flanco del Este de la OTAN (Bulgaria, República Checa, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Hungría, Rumania, Eslovaquia, además de Suecia y Finlandia); tuvieron una importante reunión a finales de mayo en Riga, Letonia; para conciliar posturas en común frente a la guerra en Ucrania y ser analizadas del 9 al 11 de junio de este año, en Washington DC, en la Cumbre de la OTAN.
Entre las posturas más destacadas son: el mantener el apoyo de 40.000 millones de euros para Ucrania, el suministro constante de armas y otros apoyos, adiestramiento de soldados y oficiales ucranianos, pero también, estar preparados a las operaciones híbridas en la frontera polaco-bielorrusa que buscan desestabilizar este flanco y mantener el orden internacional, la soberanía e integridad de las naciones.
No se debe de olvidar, asimismo, que en semanas pasadas la Federación Rusa consideró llevar a cabo una modificación de su frontera marítima en el mar Báltico, cerca de Lituania y Finlandia, imponiendo con esta actitud, más presión sobre la seguridad europea y del mundo.
La cumbre de la OTAN, sin duda será de fundamental importancia para la seguridad internacional, como también los diversos cambios que se estarán gestando en los meses próximos, que pueden ser determinantes para el nuevo orden global del siglo XXI.
Por: Dr. Arturo Ponce Urquiza
Integrante de la Unidad de Estudio del COMEXI sobre Rusia-Ucrania / Profesor Asignatura Definitivo FESA UNAM / Geopolítica y seguridad internacional
@arturotaipan
Participación en El Heraldo de México