Fecha Publicación: 09-08-2023
El 27 de julio de 1953 el Comando de las Naciones Unidas, en representación del Gobierno de Corea del Sur, Corea del Norte y China firmaron un armisticio que puso fin a las hostilidades de la Guerra de Corea (1950-1953).
Su importancia fue tan relevante para la seguridad internacional que Naciones Unidas creó un mecanismo -Unión propaz- para permitirle continuar trabajando ante la parálisis del veto en el Consejo de Seguridad. La guerra de Corea ha sido de las más devastadoras con un saldo que osciló entre 3 a 4 millones de víctimas y a pesar de que han transcurrido setenta años, las negociaciones diplomáticas no han podido lograr la firma de un tratado de paz, mucho menos la anhelada reunificación, aunque sí han evitado que el conflicto se reanude.
Durante la Segunda Guerra Mundial los líderes de los países aliados se habían reunido en una serie de conferencias para dotarle de un nuevo sentido geopolítico al mundo de la posguerra. En la Conferencia de Moscú de 1945 acordaron establecer un protectorado en Corea, con la intención de construir un Estado independiente tras cuarenta años de dominación japonesa. Sin embargo, la importancia estratégica de la península para las potencias y ante el temor de que Japón se hiciera nuevamente de su control, llevaría a Estados Unidos y a la Unión Soviética a dividirla a través del paralelo 38: la parte norte, abundante en recursos naturales y correspondiente al 55% del territorio, sería administrada por los soviéticos, mientras que el resto del territorio por los estadunidenses.
Paralelamente, en la península se habían conformado dos visiones políticas: la nacionalista y la comunista que, conforme se recrudeció la Guerra Fría, su coexistencia se volvió impensable. Con el interés soviético postrado en Grecia y Turquía y la consecuente doctrina Truman que buscaba contener al comunismo, los esfuerzos de unificar a Corea bajo un Estado se esfumaron y en 1948 cada visión política proclamó la fundación de su respectivo Estado: Corea del Sur, auspiciada por las Naciones Unidas y Estados Unidos, y Corea del Norte, apoyada por la Unión Soviética y China. Y precisamente el elemento internacional es el que podría parecer su principal debilidad porque la península coreana, a día de hoy, forma parte de los esquemas de seguridad de China, Japón, Estados Unidos y Rusia lo que no permite maniobrar tan fácilmente en las negociaciones de paz, al mismo tiempo es su mayor fortaleza porque tales alianzas, le permiten a las coreas disuadirse mutuamente o a las potencias ante un posible cambio en el status quo de la península.
Para el 25 de junio de 1950 Corea del Norte, con el respaldo sino-soviético, invadió Corea del Sur con el objetivo de que este último respondiera las hostilidades para así justificar su invasión a manera de legítima defensa y poder unificar a la península. Los tres países comunistas habían calculado que Estados Unidos no se involucraría, pero terminó liderando la coalición internacional de Naciones Unidas donde dieciséis países enviaron contingentes, aunque México no aparece en esta lista, recientemente ha salido a la luz que fueron cien mil mexicanos los que participaron en dicha guerra bajo el comando estadunidense.
A partir de la década de los noventa la historia del diálogo intercoreano ha demostrado que ambas Coreas han tenido la voluntad de avanzar hacia la consolidación de la paz. Ejemplo de ello han sido los acuerdos de cooperación alimenticia, las ocasionales visitas que han permitido el reencuentro de las familias separadas o la firma del Acuerdo Básico Norte-Sur de 1991 y la Declaración de Panmunjom de 2018, importantes documentos que sientan las bases para un futuro tratado de paz. Sin embargo, la posesión de armas nucleares de Corea del Norte, vital para la supervivencia de su régimen, entorpece continuamente las condiciones para llegar a un entendimiento. Estados Unidos se ha convertido en el interlocutor de Corea del Sur para dialogar con Corea del Norte lo concerniente a la desnuclearización de la península. Ante los desacuerdos del primero y el tercero inicia un ciclo de acción reacción: Corea del Norte realiza demostraciones nucleares, la comunidad internacional, liderada por Estados Unidos, los rechaza y la sanciona, las pláticas intercoreanas se detienen y hay una ruptura en el proceso de paz, hasta que las tensiones se disipan el ciclo se reinicia.
Internacionalista y maestrante en Estudios de Asia y África con especialidad en China por El Colegio de México y miembro del Programa de Jóvenes del COMEXI. Sígalo en @decnja
Participación en El Sol de México