Fecha Publicación: 04-08-2023
Se ha iniciado lo que se puede transformar en el periodo de mayor crecimiento de la historia de México. El famoso nearshoring puede llevar a que México crezca por encima del 4% anual por los próximos 20 años. Esto es lo mismo que decir que este fenómeno tiene la capacidad de transformar a México en un país desarrollado; recuperando las más de dos décadas de crecimiento anémico que ha padecido el país.
Es un fenómeno geopolítico producto de la rivalidad entre EE. UU. y China. Conforme crece esa rivalidad, las empresas estadounidenses se ven ante la apremiante necesidad de reubicar su producción a países donde puedan garantizar su suministro. El principal criterio para esa seguridad es la proximidad geográfica, dónde México tiene una ventaja incuestionable. México fracasó en competir en el marco de cadenas de suministro globalizado, pero ahora puede prosperar en el nuevo marco de seguridad de cadenas de suministro regionales.
Suena como buenos deseos, pero la oportunidad es literalmente del “tamaño de China”. De hecho, es tan grande que México no se puede dar abasto. Estamos hablando de que las cadenas de suministro se tendrán que reordenar para incluir a Centroamérica; es decir una unidad cohesiva económica desde Canadá hasta Panamá. La oportunidad no se presenta debido a que México haya hecho su tarea; hay muchísimas reformas y acciones que tiene que tomar el gobierno federal y los gobiernos estatales para aprovechar esta oportunidad histórica.
Sebastián Miralles, CFA, es el socio fundador de Tempest Capital, asociado COMEXI y miembro de la Unidad de Estudio y Reflexión sobre Economía, comercio y finanzas internacionales.
Twitter: @smirallesacuna
Participación en El Economista