Publication Date: 21-06-2023
Será durante el 25 de junio cuando 9 de los 17 millones de guatemaltecos aptos para votar salgan a decidir su futuro y elijan a través del sufragio a quien será su próximo presidente y vicepresidente para los siguientes cuatro años. Al mismo tiempo, se votarán para los 160 diputados al Congreso de la República, 340 corporaciones municipales y 20 diputados titulares al Parlamento Centroamericano.
Cabe señalar que las elecciones en dicho país son bajo el mecanismo de segunda vuelta electoral, es decir, en caso de que ningún candidato presidencial obtenga más del 50% de los votos válidos en esta primera vuelta, los dos candidatos con mayor cantidad de votos pasan a una segunda vuelta que se celebraría el 20 de agosto en caso de ser necesaria.
En los últimos años, Guatemala ha enfrentado una serie de problemas políticos y sociales, como la corrupción, la inseguridad, la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos. Estos desafíos han generado un ambiente político polarizado y han llevado a la sociedad guatemalteca a demandar cambios profundos en el sistema político. En 2015, una serie de protestas masivas estallaron en Guatemala debido a escándalos de corrupción que involucraban a altos funcionarios del gobierno. Esto llevó a la renuncia y posterior encarcelamiento del entonces presidente Otto Pérez Molina y su vicepresidenta, Roxana Baldetti, marcando un punto de inflexión en la historia política del país logrando así el despertar de una mayor conciencia sobre la necesidad de reformas estructurales.
Aun con lo anterior, las cosas no mejoraron; en enero de 2016 llegaría al poder el comediante Jimmy Morales a quien también se le acusaría a su gente cercana de corrupción y abuso de poder, como el caso del Botín Registro de la Propiedad y las investigaciones realizadas por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), que presentó informes y evidencias que vinculaban a miembros del gobierno con actos de corrupción, lo que generó polémica y debate en el país. Mientras que el pueblo guatemalteco aún se sucumba antes los efectos del COVID-19, el actual presidente, Alejandro Giammattei, ha sido también acusado por la falta de apoyo y malos manejos del erario; contrario a la imagen que mostró de hace un poco más de tres años cuando asumió al cargo y ofreció acabar con la corrupción y la desnutrición infantil, cuando aún los problemas prevalecen y se han agudizado con la pandemia.
A diferencia de otros países, para las elecciones de 2023 se cuentan con un veintenal de aspirantes a la presidencia por parte de los 23 partidos políticos habilitados para participar en dicha disputa donde la exclusión de los opositores como Thelma Cabrera y Jordán Rodas siembra incertidumbre ante unos comicios que para muchos pueden estar manchados de corrupción y de autocracia en dicho país. La recta final está plagada de irregularidades y de tensiones tras la inhabilitación de candidatos opositores bajo argumentos pocos claros. El país sufre por la corrupción, la impunidad y la amenaza contra la libertad de prensa como en el caso del arresto de José Rubén Zamora durante 2022, fundador de elPeriódico, quien lanzó graves acusaciones de corrupción al presidente Alejandro Giammattei y su círculo cercano.
También se debe acentuar la falta de interés por parte de los jóvenes de entre 18 a 30 años de participar en dichas elecciones que, según la Asociación Diálogos, solo están habilitados en el padrón 2.6 millones de los posibles 4.5 millones de personas de ese rango de edad. A lo anterior se le suma que el proceso electoral de 2023 no solo está amenazado por la judicialización, sino también por dos fenómenos que han marcado los ejercicios democráticos de los últimos años en dicho país: que todas las instituciones de contrapeso están controladas directamente por el Gobierno central y la falta de independencia y la debilidad técnica del El Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Mientras que el 59.3% de la población vive en condiciones de pobreza y la tasa de desnutrición de niños menores de cinco años es del 47% según los datos del Banco Mundial del año 2022, Guatemala ocupa la posición 150 de los 180 en el Índice de Percepción de la Corrupción que publica la organización Transparencia Internacional. Posiblemente estamos viendo la formación de una tormenta perfecta, Guatemala vivirá un momento histórico que puede ser el punto de inflexión para la democracia de dicho país, empero que la oposición, los partidos autónomos, el sector privado, la prensa y la sociedad civil sigan sin reaccionar ante la deriva autoritaria, la falta de interés en la política por parte de los jóvenes sería el tiro de gracia para que la corrupción y la impunidad se agrave.
En estas elecciones lo que sobrarán son opciones, de chile, de dulce y de manteca. Sin embargo, nos preguntamos si alguna de ellas será la respuesta a los desafíos que enfrenta el país. ¿Prevalecerá y se fortalecerá la democracia para los guatemaltecos? Pronto lo sabremos.
Yu Chen es Licenciado en Negocios Internacionales por el Instituto Politécnico Nacional, ESCA Unidad Santo Tomás. Actualmente es académico e investigador de dicha Institución.
Twitter: @Chennie_tw
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