Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales

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2024-04-19 13:42

FINLANDIA EN LA OTAN: IMPLICACIONES PARA RUSIA

Fecha Publicación: 26-05-2023

Suecia y Finlandia, países poseedores, por distintas razones, de sendas política de neutralidad, solicitaron en mayo de 2022 su ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), alianza militar nacida en 1949 en el marco de la guerra fría y que hoy tiene en la incursión bélica de Rusia contra Ucrania, un elemento para su consolidación y expansión.

Como es sabido, el pasado 4 de abril del año en curso, Finlandia se convirtió en el 31° miembro de la alianza noratlántica, en una fecha simbólica, que corresponde al 74° aniversario del nacimiento de la OTAN. Suecia tendrá que es esperar un poco ante el diferendo que mantiene con Turquía en torno a los militantes del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado como terrorista por Ankara, Washington y Bruselas. Suecia asila a sus miembros y el mandatario turco ha insistido en que sean extraditados cosa que Estocolmo ha dicho que no hará. Pero por lo pronto Finlandia ya está dentro de la alianza noratlántica.

¿Qué aportará a la OTAN Finlandia? Por ser un país que largamente ha reposado en la neutralidad su seguridad, sus capacidades ofensivas y defensivas son limitadas. Comparte 1 300 kilómetros de frontera con Rusia, misma que está escasamente fortificada y despoblada. Finlandia ha mantenido su gasto militar más o menos constante en los pasados 60 años y en 2020 su erogación se ubicaba en 1. 5 por ciento respecto a su PIB. Esta es una cifra todavía modesta para una OTAN que, por presiones de Estados Unidos, aspira a que se eleve el presupuesto militar de todos sus agremiados a, por lo menos, el 2 por ciento.

La expansión de la OTAN hacia el norte de Europa plantea desafíos. Hasta antes de la adhesión finlandesa, los tres países nórdicos que ya eran miembros de la OTAN desde su fundación en 1949 -Dinamarca, Noruega e Islandia-, llegaron al entendimiento con Estados Unidos de que no permitirían la instalación de bases militares en tiempos de paz en sus respectivos territorios, como tampoco albergarían armas nucleares. Dinamarca sí permite que en Groenlandia -territorio que Donald Trump quería comprar- Washington opere la base aérea de Thule. Al margen de ello es razonable suponer que Finlandia buscaría un entendimiento similar al de los otros países nórdicos con la EEUU para no tensar aún más las cosas con Moscú.

Con todo, con Finlandia sumada a la OTAN, podría articularse una ofensiva militar contra Rusia que afectaría profundamente la comunicación con San Petersburgo y sobre todo Moscú en términos logísticos, dado que el corazón político del país encontraría dificultades para conectarse con el estratégico puerto de Murmansk, al igual que con el de Severomorsk donde está emplazada la Flota del Norte que incluye la mayor cantidad de submarinos nucleares y gran parte del arsenal estratégico del país eslavo.

El enfoque de la OTAN es claro: hasta ahora, el flanco norte de la Federación Rusa ha sido relativamente estable y las relaciones con Finlandia habían sido las mejores entre Moscú y un país occidental. Sin embargo, el conflicto con Ucrania y las acciones de Finlandia y Suecia parecen perfilarse como un parteaguas que podría llevar a Moscú a destinar más recursos para proteger su flanco norte lo que, se piensa, a su vez estancaría los esfuerzos bélicos en territorio ucraniano y, eventualmente, forzaría a un acuerdo de paz favorable a Occidente.

Integrante de la Unidad de Estudio del COMEXI sobre la crisis Rusia-Ucrania. Profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Participación en El Economista