Fecha Publicación: 21-04-2021
Poco antes de que iniciara la pandemia en marzo 2020, un parque industrial ubicado en el Bajío amaneció con un cajero automático destrozado por la delincuencia. La incertidumbre entre los gerentes de las plantas, fue inmediata. ¿Qué se puede esperar ante incidentes como robo, extorsión o secuestros, además de desastres naturales o incendios que atentan contra la integridad de las personas, los activos y la información?
En México, los parques industriales se conciben como espacios delimitados con infraestructura y servicios para la operación de empresas de manufactura y logística. A nivel nacional, existen alrededor de 400 parques industriales construidos bajo estándares de calidad, en donde operan más de 3,500 empresas nacionales y extranjeras, vinculadas a las cadenas globales de proveeduría, y en donde se generan 3 millones de empleos.
Tras los nuevos escenarios económicos y sociales de la última década en el mundo, las empresas inmobiliarias que desarrollan y administran los parques industriales, han venido adoptando nuevas formas de promover sus negocios, pues la sola oferta de naves industriales Clase A en renta ya no es suficiente.
Hoy los usuarios de parques industriales, principalmente empresas globales de diferentes países, buscan espacios que funcionen bajo estándares relacionados con la protección al medio ambiente, ahorro de agua, energía y responsabilidad social. De ahí la importancia que cobran los “Criterios ASG” (Ambiente, Social y Gobernanza), alineados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En materia de seguridad, los parques industriales también han comenzado a implementar estándares de alcance internacional como el Operador Económico Autorizado (OEA), cuyo antecedente es el programa C-TPAT (Asociación Aduanera y Comercial contra el Terrorismo) de Estados Unidos, implementado en 2001 tras los ataques del 11 de septiembre. El OEA se basa en el marco Normativo “SAFE” de la Organización Mundial de Aduanas (OMA) para facilitar el comercio internacional. El objetivo de ambos programas es blindar las cadenas globales de suministro frente posibles amenazas de terrorismo, narcotráfico y demás actividades de la delincuencia, bajo una sólida alianza entre autoridades aduaneras y el sector privado.
De acuerdo con el Compendio OEA de la OMA 2020, en el mundo existen 97 Programas OEA operando y 20 más en desarrollo en diferentes países, con alrededor de 46,000 empresas certificadas.
Uno de los principales atributos del OEA es la gestión del riesgo y los planes de contingencia a lo largo de la cadena de suministro. En este sentido, los parques industriales deben verse como el primer eslabón, al brindar la infraestructura en donde operan las empresas de comercio exterior. Un ejemplo es la industria automotriz, al requerir dicha certificación a sus proveedores, incluyendo en algunos casos, al lugar en donde están instaladas.
Cabe señalar que México fue el primer país en el mundo en crear el programa OEA para parques industriales en 2018, y en contar con los primeros parques industriales certificados.
La crisis económica y social ocasionada por el COVID-19 ha resaltado aún más la importancia de los estándares de seguridad, no sólo para evitar los riesgos de contagio por coronavirus. El confinamiento ha provocado cierre de empresas y un alto desempleo, lo que a su vez ha incrementado la delincuencia y los actos de violencia. Al mismo tiempo, los ataques cibernéticos se han intensificado con el trabajo desde casa y las ventas en línea. La era digital también ha traído consigo nuevos riesgos.
Y es que la seguridad patrimonial no se trata sólo de contar con guardias que controlen los acceso o tener cámaras vigilantes (CCTV). Hablamos de una actividad más compleja que debe considerar la participación de toda la empresa, desde la directiva hasta las áreas operativas, a efecto de entender las amenazas potenciales, preparar planes de acción y estar alerta ante cualquier incidente de peligro.
El OEA y más recientemente, el Programa “Parque Industrial Seguro” creado en 2019 por la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados, (AMPIP) consideran políticas y protocolos de seguridad; la gestión documentada de riesgos; la confiabilidad de proveedores, clientes y empleados; capacitación en seguridad e identificación de amenazas; y el uso adecuado de tecnologías para la seguridad, entre otros aspectos.
Los estándares de seguridad aplicados a los parques industriales también se han convertido en un diferenciador en el mercado, ya que ofrecen certeza en la continuidad del negocio. Finalmente, son parte de los factores que contribuyen en su competitividad.
Así lo demuestran los parques industriales certificados bajo el programa OEA o que cuentan con el Reconocimiento “Parque Industrial Seguro” que otorga la AMPIP. Con ello, los desarrolladores mexicanos han logrado subirse al mapa mundial de la seguridad, sumándose a las ventajas de México para atraer nuevos flujos de Inversión Extranjera Directa.
Directora General de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados, A.C. (AMPIP)
@ClaudiaAvilaC