Fecha Publicación: 15-03-2023
La última vez que Reino Unido coronó a un monarca llamado Carlos fue en el año de 1660 y las islas británicas vivían la turbulencia producida por la Guerra Civil Inglesa. A la era de Carlos II se le terminó conociendo como la restauración. Si los británicos tuvieran que elegir una predicción para la hoy naciente era de Carlos III de Windsor, sin duda les gustaría que fuera similar.
Reino Unido vive un momento trascendental, fruto de sus múltiples crisis, varias de ellas autoinfligidas. En palabras del escritor Antoine de Saint- Exupéry, el ser humano se descubre cuando se mide con un obstáculo. Lo mismo sucede con las sociedades y las naciones, a quienes las crisis transforman para bien o para mal.
Entrado el 2023, la palabra crisis es frecuente en el vocabulario británico. Los remanentes de la pandemia, la guerra en Ucrania, inflación, crisis climática y por supuesto, el Brexit, que ha traído consigo 5 primeros ministros. Es en este marco que, acostumbrado al protagonismo, Reino Unido busca definir su lugar en el mundo y para lograrlo, el primar paso parece ser el recientemente firmado Protocolo de Windsor, que busca normalizar el comercio en Irlanda del Norte y poner punto final a la espinosa salida de la Unión Europea. Si el primer ministro Rishi Sunak logra impulsar el acuerdo por el parlamento, bien podría ser la primera piedra en el camino de la redención.
¿Como redefine su sentido una otrora gran nación en crisis? Para el gobierno de Rishi Sunak el camino parece claro: estabilidad política, enmendar las relaciones con sus vecinos, reencontrar viejas amistades, crear nuevas alianzas, impulsar el comercio y defender el orden internacional liberal. El pragmático Rishi Sunak ha buscado traer la “normalidad” a la política británica al intentar sacarla de los tabloides a los que Boris Johnson y Liz Truss nos acostumbraron; normalidad es la palabra mas escuchada en Whitehall.
En cuanto a viejas amistades y vecindades, la guerra en Ucrania tuvo como consecuencia el acercamiento entre Londres, Paris y Bruselas –Berlín es tema para otro momento. Para Reino Unido, esto represento el momento de tender puentes a sus aliados europeos y hacer valer las palabras de Theresa May votamos salir de la Unión Europea, no de Europa. El resultado son el Marco de Windsor para normalizar el comercio en Irlanda, el flamante acuerdo entre Londres y París para cooperar en materia migratoria y el liderazgo británico en el apoyo a Ucrania.
En su búsqueda de nueva identidad, Reino Unido también construye nuevos puentes. Un cordial acercamiento con el primer ministro de India, Narendra Modi, así como la flamante alianza de defensa entre Estados Unidos, Australia y Reino Unido son evidencia del tan deseado “pivote al oriente” que buscan en Londres. Sumado a esto, Reino Unido continúa en la frenética carrera por cerrar acuerdos de libre comercio con la mitad del orbe democrático.
El rumbo dista de ser perfecto, al grado que, por momentos, parece que el Reino Unido ha perdido su brújula económica y moral. La reciente ley de migración propuesta por el gobierno de Sunak, es poco menos que una prohibición al derecho humano de asilo humanitario. En un episodio irrisorio de censura, la prestigiosa BBC suspendió a un comentarista deportivo por una crítica política al gobierno, después tuvieron que retractarse. Mientras por un lado se defiende con justicia la soberanía de Ucrania, el Reino Unido se niega a escuchar el fallo de la Corte Internacional de Justicia y regresar sus tierras ancestrales al pueblo Chagosiano, que fue injustamente expulsado en 1965 de sus islas que hoy albergan una base militar.
Reino Unido tiene ante sí la oportunidad de redefinirse ante la crisis e inaugurar la era de Carlos III como una de reencuentro y liderazgo en la lucha contra el cambio climático, defensa de los derechos humanos, democracia y multilateralismo; todos conceptos que se se escuchan con frecuencia en Westminster. La historia nos muestra que las crisis cambian a las sociedades; estamos en proceso de entender como la era de la multi-crisis ha cambiado a Reino Unido y Europa, regiones que hasta hace muy poco navegaban sin sentido ni propósito claro.
Miembro de la Unidad de Europa+ del COMEXI. Economista por la Universidad Anáhuac, Maestro en Política Publica por el University College London y Vicepresidente de riesgos en Teneo.
@JRobertoCabral
Participación en El Sol de México