Fecha Publicación: 28-03-2022
Un mes después, con un número de víctimas incalculable, y un terremoto geopolítico que cambió el mundo tal y como lo conocíamos, el conflicto bélico en Ucrania sigue su curso.
¿Qué gana Putin con esta guerra?
¿Por qué tomó una decisión tan arriesgada si su plan es quedarse hasta 2036?
¿Cuál fue la gota que derramó el vaso?
Son las incógnitas que se siguen dibujando en el humo que sale de los bombardeos que han acabado con ciudades, esperanzas y la vida de miles.
Así las cosas, en un mundo que parece estar de regreso en 1962, con todo y sus amenazas nucleares y su división. Porque lo que queda claro, y lo que sí se sabe, es que hay una nueva cortina de hierro, con las tradicionales desconfianzas y paranoias, que nunca han llevado a nada bueno.
Rusia ha quedado aislada de la comunidad internacional y ha prometido jamás volver a depender de Occidente. También parece que sus días como potencia energética están contados, o al menos en eso se centran los esfuerzos de Estados Unidos.
Hay proyecciones que muestran que después de su salida del SWIFT, la economía rusa podría contarse 5% anual, a lo que habrá que sumarle la inflación de 20% que se espera para este año, y la escasez de productos y servicios que ya se siente entre los ciudadanos, incluyendo las medicinas.
La insulina y los antiinflamatorios para niños ya no se hallan en farmacias, y esto nos habla de lo difícil que la vida se ha vuelto.
China parece ser el único amigo que aún les queda. No ha bajado la bandera de su "amistad sin límites", al mismo tiempo que intenta permanecer neutral y condena las sanciones económicas unilaterales. Sin embargo, a pesar de su fortaleza económica, no hay que olvidar que su futuro también depende de las buenas relaciones con Occidente.
Tan sólo en 2021, los negocios entre el gigante asiático y Estados Unidos fue de 759 billones de dólares. Mientras que el comercio entre "los amigos sin límites" fue de sólo 147 billones.
Lo que nos muestra que el dinero podría tener los límites que su amistad carece, y esto Joe Biden lo sabe. Por eso no ha desaprovechado la oportunidad de recordárselo de manera pública, cuando habla de las consecuencias que podría tener si se descubre que este país apoya a Rusia. En tanto, Estados Unidos y sus aliados mandan ayuda económica y armamento a Ucrania.
La guerra contra Rusia también tiene mensajes para China y esto nos habla de los posibles realineamientos que pueden ocurrir en el Asia-Pacífico. Con especial énfasis en Taiwán y la abstención de India en la votación de la Asamblea General de la ONU.
El mundo parece estar pasando un momento difícil, dentro de uno más difícil. Los estragos económicos de la pandemia siguen estando presentes, y la inflación en América y Europa está por los cielos, pero de eso ya nadie habla, porque estamos tratando entender ¿qué gana Putin con esta guerra?
El último en salir apague la luz.
POR STEPHANIE HENARO CANALES
ASOCIADA COMEXI
@HENAROSTEPHANIE
Participación en El Heraldo de México