Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales

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2024-04-24 10:46

A 75 AÑOS DE LA PARTICIÓN DE PALESTINA: NI DOS ESTADOS NI PAZ

Fecha Publicación: 14-12-2022

El pasado 29 de noviembre se conmemoró el 75º aniversario la adopción, por la Asamblea General de la ONU (AGONU), de la Resolución 181 (1947) que prevé la partición de Palestina en dos Estados independientes. Pero ese plan de partición no trajo la paz a ambas poblaciones ni a la región, todo lo contrario.

En 1945, cuando Gran Bretaña entregó su ‘mandato’ sobre Palestina a la recién creada Organización de las Naciones Unidas, ésta se enfrentó a la incompatibilidad de dos promesas contradictorias que había hecho Londres al movimiento sionista y a los palestinos. La ONU entonces recomendó la partición de Palestina en dos Estados: un estado judío y un estado árabe, con una unión económica, y que la ciudad de Jerusalén quedaría bajo administración internacional. El plan asignó aproximadamente 55% de la tierra al Estado de Israel y 42% al Estado árabe. Esto es, a pesar de que la población judía (compuesta en buena medida por inmigrantes recientes de Europa) poseía alrededor del 7% de la tierra en 1947, y que los palestinos constituían alrededor de 67% de la población presente en el territorio, se asignó a Israel más de la mitad del área de la Palestina histórica. El informe basó la mayoría de sus conclusiones en los principios de la Declaración Balfour de 1917 (llamada así por su patrocinador Lord Arthur Balfour, entonces Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido) que prometía establecer una patria para el pueblo judío en Palestina para refugio de decenas de miles de judíos tras el Holocausto. Este plan, rechazado por el mundo árabe, llevó al estallido de la primera guerra árabe-israelí al año siguiente, que provocó el desplazamiento de más de 800,000 palestinos. Un día después de la votación comenzó, en efecto, una política organizada de expulsión y traslado de población palestina por parte de las milicias judías. Hasta el día de hoy, los palestinos se refieren a ese acontecimiento como Nakba (catástrofe). Hoy, el número de refugiados palestinos en todo el mundo supera los cinco millones, según cifras de la ONU. Más de 1,5 millones de palestinos, casi un tercio de los refugiados, viven actualmente en campamentos de refugiados administrados por agencias de la ONU dentro de la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén oriental, así como en campamentos de refugiados en Jordania, Líbano y Siria.

En pleno silgo XXI, las tensiones entre israelíes y palestinos han aumentado durante meses a medida que Israel continúa con sus políticas de demolición de viviendas y desplazamiento de población en Jerusalén oriental y Cisjordania (ocupada por Israel desde la Guerra de Junio de 1967). Un asedio israelí de más de 2,2 millones de palestinos en la Franja de Gaza, junto con un sistema de bantustanes al estilo de Sudáfrica impuesto por Israel en Cisjordania, hace que el establecimiento de un Estado palestino sea extremadamente difícil. Desde 1967, las fronteras de Jerusalén se han expandido y docenas de nuevos barrios judíos se establecieron al tiempo que se limitó el desarrollo y la expansión de barrios palestinos. La política de todos los gobiernos israelíes desde entonces ha consistido en preservar la preponderancia judía en la ciudad, impedir su división y, en consecuencia, el nacimiento de un Estado palestino con Jerusalén oriental como capital. Los palestinos cristianos (que representan 1.4% de la población total de Jerusalén) y musulmanes denuncian la judaización creciente de la Ciudad Santa, que atestiguan en decisiones como erigir algún monumento, llevar a cabo una excavación arqueológica bajo la Explanada y otros sitios, nombrar calles o cuestionar el libre acceso a los lugares santos. Las demoliciones de casas y permisos para construir emitidos a cuentagotas por la municipalidad acrecientan la desigualdad. Organismos internacionales y asociaciones civiles israelíes documentan cada una de las cifras anteriores, y su contexto.

Conmemorar el plan de partición de 1947 es la oportunidad de cuestionar la narrativa de la ‘paz esquiva’ que pone énfasis en la religión, tanto como en la intransigencia de palestinos y árabes como fuente del problema. No sólo ese encuadre oscurece la dominación militar, económica y política de actores poderosos; también refuerza la noción de que existe una simetría de fuerzas.

Conmemorar anualmente el episodio de 1947 es un acto alentador y a la vez portador de nuevas interrogantes: no está claro que la lucha pacífica de la mayoría de los palestinos pueda sobrevivir y extenderse ante la evolución del extremismo que permea a la política y la sociedad en Israel, y ante los problemas de la clase política palestina.

 

Marta Tawil es la coordinadora de la Unidad de Estudio del COMEXI sobre África, Medio Oriente y Sudoeste asiático. Es profesora-investigadora en el Centro de Estudios Internacionales de El Colegio de México.

Twitter: @MartaTawil

Correo electrónico: mtawil@colmex.mx

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