Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales

Última actualización:
2024-11-21 04:21

PERÚ, CRÓNICA DE UNA CRISIS ANUNCIADA

Fecha Publicación: 13-12-2022

La crisis política peruana se precipitó el pasado miércoles 7 de diciembre y culminó con la destitución del Presidente Pedro Castillo y su reemplazo por la Vicepresidenta Dina Boluarte. Ciertamente, desde su inicio, el gobierno de Castillo enfrentó una realidad política compleja propiciada por la atomización del congreso unicameral de 130 legisladores, cuyos miembros pertenecen a 13 fuerzas políticas distintas, además de un grupo de 9 parlamentarios independientes. Su Partido, Perú Libre, apenas alcanzó 15 escaños. Lejos de buscar consensos, el Mandatario se caracterizó por sus polémicas contra empresarios, la prensa y opositores. Con los meses, los señalamientos de corrupción contra él mismo, su entorno e incluso familiares, que no logró responder más que con evasivas, propiciaron periódicas crisis de gobernabilidad que llevaron a la oposición legislativa a proponer dos “mociones de vacancia” argumentando “incapacidad moral” para ejercer el cargo, que no prosperaron porque no alcanzaron la mayoría calificada de 87 votos. La muestra más fehaciente de la inestabilidad política se reflejó en el hecho de que el Mandatario, en apenas 17 de meses de gestión, designó a setenta Ministros.

En las últimas semanas, las investigaciones de la Fiscalía de la Nación, que lo acusa de asociación delictuosa, de tráfico de influencias, de colusión agravada, de delitos contra la administración pública por encubrimiento, de complicidad en la fuga de funcionarios públicos cercanos a su gobierno y de otorgar adjudicaciones directas en forma irregular en adquisiciones gubernamentales, propiciaron una nueva moción de vacancia, cuya votación se había fijado precisamente para el miércoles 7. En las horas previas, se especulaba sobre una votación muy cerrada alrededor de los dos tercios de los votos en el Congreso. En una medida, al parecer desesperada y sin precedente desde el llamado fujimorazo de 1992, Castillo argumentando responder al clamor popular, disolvió el Congreso, anunció elecciones para un Congreso Constituyente, reformas al poder judicial y decretó el toque de queda. Además, llamó a la movilización de las organizaciones campesinas afines a su gobierno. En respuesta, el poder judicial, la defensoría del pueblo, los órganos electorales y las fuerzas armadas rechazaron el golpe. Seguidamente, el Congreso con una mayoría de 101 votos, 10 abstenciones y 6 votos en contra, aprobó la vacancia presidencial y horas después juramentó a la Vicepresidenta, Dina Boluarte, quien a pesar de haber sido elegida en fórmula con Castillo, se pronunció en contra de la intentona golpista junto con cinco Ministros que presentaron su renuncia inmediata.

El atentado contra la estabilidad democrática del Perú, fue superado gracias a la fortaleza de las instituciones y a las convicciones democráticas de sus miembros, que paradójicamente habían resistido los ataques del Mandatario. La llegada de Boluarte, primera mujer en la historia que ocupa la Presidencia de la República en el Perú, abre un espacio de reconciliación que puede devolver la gobernabilidad. La bienvenida que le dio Keiko Fujimori, en su carácter de líder del principal partido de oposición, significa una oportunidad para la formación de un gobierno de unidad y ojalá el fin del deporte más popular del Perú que es tumbar presidentes, tal como lo describió un prestigioso periodista de nuestro país.

*El autor es Coordinador de la Unidad de Análisis y Reflexión de América Latina y el Caribe de COMEXI, Diplomático de Carrera jubilado y fue Embajador de México en Perú.