Publication Date: 02-12-2022
Qatar no puede sustituir la proveeduría de gas natural de Rusia. El Ministerio de Energía dijo a Reuters –desde principios de este año- que sólo podría cubrir entre el 10 y el 15% ya que, tiene comprometida su producción con Asia por contratos a largo plazo. Este país de Medio Oriente se ha convertido en el segundo exportador de gas natural licuado a nivel mundial lo que le permite posicionarse como un gran jugador, pero no de futbol, sino del sector de los energéticos.
Esta información fue superada por los hechos del 24 de febrero, fecha ensangrentada. Es decir, se dio en un momento que no era crucial como lo es ahora. Destacaré dos eventos que se generaron como sucesos paralelos: la guerra en Ucrania y la Copa Mundial en Qatar.
La violación de Rusia al derecho internacional por traspasar la soberanía de Ucrania y atacarla generó dos respuestas por parte de Europa: apoyar y financiar a Ucrania, e implementar varios paquetes de sanciones bancarias, financieras, comerciales y económicas contra Rusia. Esto avivó la furia de Putin por lo que emprendió una geoestrategia de usar a los energéticos como arma de guerra a sabiendas que Europa dependía en 40% de su gas natural. Durante los últimos meses ha atacado instalaciones eléctricas, la planta nuclear de Zaporiyia, y ha realizado un sabotaje a los gasoductos Nord Stream 1 y 2.
Europa está buscando alternativas para cortar la “atadura” energética que tenía con Rusia por lo que, se dio a la tarea de encontrar proveedores energéticos sustitutos. En el caso de Alemania, el Canciller Olaf Scholz realizó una visita a Canadá durante agosto pasado. Mientras que España, Francia y Portugal llegaron al acuerdo de construir el Gasoducto BarMar (de 300 km) para transportar gas y luego hidrógeno verde desde la Península Ibérica al resto de Europa. En tiempos de crisis y de amenazas globales, la diplomacia energética es crucial para aquellas naciones altamente dependientes de los energéticos para el funcionamiento de sus industrias y para evitar el “chantaje” de sus rivales.
Antes de iniciar la Copa Mundial en Qatar, varias figuras públicas levantaron la voz por la violación a los derechos humanos en este país. Pareciera en que algunos casos, varios personajes políticos lo hacen “a modo” ya que cuando se trata de cuestionar el mundial, critican a Qatar, pero cuando se trata de obtener beneficios energéticos, hacen a un lado el escrutinio internacional por los temas de la inexistencia de los derechos humanos de la mujer, de la Comunidad LGBTI+, de los migrantes que perdieron la vida, entre otros. No obstante, China también ha hecho lo propio en cuanto a diplomacia energética con Rusia. El mega gasoducto conocido como “Fuerza de Siberia” une a ambos países.
Mientras se llevan a cabo los partidos de futbol en Doha, hace tres días el gobierno qatarí firmó un acuerdo con el gobierno alemán que tendrá vigencia de 15 años, para venderle anualmente la cantidad de 2,800 millones de metros cúbicos a partir del año 2026. Aunque esto no resuelve en el plazo inmediato la dependencia energética, sí despresuriza el tema a largo plazo ya que Europa tiene como meta clara dejar de depender de Rusia en todos los sectores: granos, metales y energéticos. Recordemos que, en estos tres ámbitos, este país euroasiático es un gran jugador mundial, aunque la FIFA no lo haya dejado jugar futbol en Qatar. La diplomacia energética tiene como gran reto ganarle en el campo de batalla a la guerra de los energéticos.
*La autora es integrante de la Unidad de Estudio y Reflexión del COMEXI sobre la Crisis Rusia-Ucrania. Coordinadora de la Licenciatura en Negocios Globales de la Universidad Iberoamericana.
Participación en El Economista