El Consejo de la UE, también conocido como el Consejo de Ministros, negocia la legislación junto con el Parlamento Europeo y coordina las políticas de los 27 países miembros. Asumen la Presidencia del Consejo, por turnos de seis meses, los distintos Estados miembros de la UE. Durante un semestre, el Estado de turno preside las sesiones en todos los niveles del Consejo, contribuyendo a garantizar la continuidad del trabajo de la UE en esa institución.

Los Estados miembros que ejercen la Presidencia colaboran estrechamente en grupos de tres, denominados «tríos». Este sistema fue instaurado por el Tratado de Lisboa en 2009 con el objetivo de fortalecer a Europa. El trío fija los objetivos a largo plazo y elabora un programa común con los temas y principales asuntos que abordará el Consejo en un periodo de dieciocho meses. Con arreglo a este programa, cada uno de los tres países elabora su programa semestral con mayor detalle.

Alemania, Portugal y Eslovenia han asumido la Presidencia del Consejo de la UE en un trío de presidencias desde mediados de 2020 hasta finales de 2021.

Cabe mencionar que Eslovenia también asumió la Presidencia del Consejo de la UE en el primer semestre de 2008 y que ésta tuvo un carácter simbólico al cerrar el círculo de la ampliación de la UE llevada a cabo entre 2004 y 2007. Con ella se comprobó la capacidad de un nuevo miembro de participar en el ámbito político de la Unión.

Ahora Eslovenia tiene la gran encomienda de generar cohesión y unidad. La UE ha sido cuestionada con el Brexit y la salida de uno de sus miembros: Reino Unido. En el actual ajedrez geopolítico Europa debe generar unidad y fortaleza.

En el foco de la presidencia eslovena se halla la superación de la crisis del coronavirus, pero también se incluyen los siguientes importantes temas: adaptar el marco financiero plurianual de la Unión 2021-2027 a las necesidades derivadas de las consecuencias de la pandemia del coronavirus; velar por una Europa justa y social y promover simultáneamente los intereses y valores europeos en todo el mundo; impulsar la transformación digital de Europa respetando los derechos humanos y protegiendo a las personas.

En el plano económico, la atención se centra en seguir promoviendo un mercado interno europeo justo; reforzar la competitividad industrial de la UE, prestando especial atención a las pequeñas y medianas empresas. Al mismo tiempo, profundizar la unión económica y monetaria.

Europa está muy comprometida en preservar la salud del planeta por lo que busca apoyar el Acuerdo Verde Europeo con inversiones en todas las regiones para crear una Europa climáticamente neutra y verde.

En materia de política exterior, seguir promoviendo los valores europeos a nivel internacional, continuar el proceso de ampliación de la UE en los Balcanes Occidentales y fortalecer la cooperación con África.

También la defensa europea es una prioridad. Es importante mencionar que Eslovenia buscará el fortalecimiento de la cooperación entre la UE y Rusia, ya que desde hace años aplica sanciones contra Rusia, incluidas prohibiciones de viajar al territorio comunitario para determinados ciudadanos y la congelación de sus activos en la UE, por la crisis en el este de Ucrania.

El alto representante para Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha asegurado que Rusia "se está desconectando progresivamente de Europa". Esta ruptura comenzó ya en 2014, aunque es importante no confundir la UE con Europa.

Tal es el caso reciente en el que Rusia abrió fuego por mar y aire para avisar a un destructor británico que salga de las aguas de Crimea. Esta es la primera vez desde el fin de la Guerra Fría que Moscú utiliza munición real para disuadir a un buque de guerra de la OTAN, lo que refleja las crecientes tensiones entre Rusia y Occidente.

Sin duda Eslovenia tendrá que conciliar los intereses comunitarios frente a Rusia y el gran peso que juega éste en el escenario global. La presidencia eslovena en el Consejo de la UE enfrentará grandes retos desde la geopolítica de las vacunas, la recuperación económica y social o las medidas migratorias restrictivas pandémicas.

Es una verdad ineludible que si la UE quiere seguir siendo un actor global relevante debe consolidar su autonomía estratégica, ese será el gran reto sobre el cual deberá sumar esfuerzos Eslovenia en el segundo semestre del 2021, ya que sólo una Europa más capaz y, por tanto, más autónoma puede trabajar de manera significativa a nivel global para volver a hacer grande al multilateralismo y crear una sociedad más humana y solidaria después de la pandemia.

Internacionalista. Asociada Comexi

@molaborda