Fecha Publicación: 01-06-2022
Desafortunadamente el pasado 24 de mayo fallecieron 21 personas en una escuela primaria en Uvalde, Texas. El ataque armado fue obra de un joven de 18 años en un poblado mayormente latino cerca de la frontera entre EE. UU. y México que terminó con la vida de 19 alumnos de entre nueve y diez años, así como de dos maestras.
Biden y las primeras reacciones
Regresando de su tour por Asia, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró ese mismo día estar harto de la violencia con armas de fuego tras el tiroteo, pero lo mismo dijo hace nueve años cuando ocurrió el tiroteo masivo de Sandy Hook que tuvo 28 víctimas mortales. Para ese entonces Biden, como vicepresidente de EE. UU. dio un discurso similar: tibio y sin propuestas contundentes sobre qué se debe hacer para transformar la situación.
¿Qué ha cambiado desde ese entonces en los últimos nueve años? Nada, nada relevante ha ocurrido relacionado a reformas, a leyes relacionadas a la adquisición y portación de armas en EE. UU. y, opuesto a eso, se han registrado alrededor de 700 casos de portación de armas y/o tiroteos en escuelas norteamericanas. Pese a ello, Biden no ha planteado alguna acción ejecutiva y, con el senado dividido en 50-50 entre republicanos y demócratas, difícilmente se verán avances notorios vinculados al tema de armas.
El discurso de odio y la corrupción
Solo unos días después del peor tiroteo en una escuela en casi una década, el país norteamericano celebró el mayor evento de armas del país: la convención anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) donde el expresidente de ese país, Donald Trump, dio un discurso aclamado por el público acerca de convertir a los colegios en fortalezas con una sola entrada y armar también a los profesores.
Y es que la NRA, compuesta por más de cinco millones de socios mayormente de tez blanca, quienes se consideran la organización más antigua de derechos civiles del país, son uno de los principales donadores del Partido Republicano. También es uno de los grupos de presión más poderosos de Estados Unidos considerando que, únicamente el año pasado, gastaron casi cinco millones de dólares para reforzar los derechos en torno a la posesión de armas de fuego y evitar las restricciones sobre quiénes pueden tenerlas y cómo pueden usarlas.
Los datos contundentes y el debate
Lo cuestionable es ¿Cómo un joven de 18 años pudo adquirir armas con tanta facilidad? El arma utilizada, el AR-15, es un fusil ligero semiautomático calificado por los expertos de rápido y potente que también fue utilizado en varios tiroteos en el pasado, como el de Orlando, Florida en el 2016 y el de Las Vegas, Nevada en el 2017.
Un estudio publicado por la American College of Physicians en febrero pasado reveló que 7.5 millones de adultos estadounidenses adquirieron un arma por primera vez entre enero de 2019 y abril de 2021. Se estima que actualmente circulan 393 millones de armas en EE. UU., lo que representa cerca del 46% del arsenal civil al nivel mundial.
Respaldándose en la Segunda Enmienda a la Constitución de los EE. UU. que indica que “Siendo necesaria una milicia bien organizada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del Pueblo a poseer y portar armas no será infringido”, el vicepresidente ejecutivo de la NRA, Wayne LaPierre dijo que “lo único que detiene a un tipo malo con una pistola es un buen tipo con una pistola”, frase que ha sido debatida entre civiles y la cúpula política. ¿Cuál será la solución real a todo esto?
¿A dónde vamos a parar?
A lo anterior no se le han considerado otros factores determinantes como lo son el racismo y los problemas socioeconómicos que atraviesa los EU, la educación desde la casa, el bullying en las escuelas y la normalización de la violencia que son, entre otros, muchos de los detonantes de las masacres que se han vivido y seguirán si no hay un cambio y concientización a la presente y nueva generación.
¿Cómo podría un país liderar y ser la imagen de la democracia al nivel mundial sin poder controlar sus problemas internos?, ¿Hasta cuándo o qué deberá suceder para que las cosas cambien?, ¿Tendrán que pasar más tragedias para que se derrame el vaso o, tal vez, simplemente la sociedad se volverás más indiferente a los hechos y cuidarán más sus propios intereses?
Como lo dijo el gran Martin Luther King Jr, “Devolver odio por odio multiplica el odio, añade una oscuridad más profunda a una noche ya desprovista de estrellas. La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad: sólo la luz puede hacer eso. El odio no puede expulsar al odio: solo el amor puede hacer eso”, por lo que hay que cuestionarnos si realmente la violencia y más armas serán la solución.
Los tiroteos y la violencia no se deberán considerar como algo normal ni aceptable, la sociedad ha fracasado como sociedad si no protege a los niños para que puedan volver a casa todos los días. A todo eso, ¿Hasta dónde llegará la impunidad y la corrupción? y ¿hasta cuándo pondremos nuestros intereses personales sobre el bien común?
Asociado COMEXI. Licenciado en Negocios Internacionales por el Instituto Politécnico Nacional (IPN). Académico en la Escuela Superior de Comercio y Administración. Unidad Santo Tomás.
Twitter: @chennie_tw
Participación en El Sol de México