El día 9 de septiembre de 2019 tomó lugar el evento "US-Mexico relations and the region" con la presencia del Embajador Thomas Shannon (Ex Secretario de Estado de Estados Unidos) y el Embajador Andrés Rozental (Presidente fundador de COMEXI) en el que sostuvimos un diálogo sobre los principales retos geopolíticos que enfrentan Estados Unidos, Méxicoy Centroamérica y el futuro de la región en el marco de la política actual.
Este evento fue patrocinado por Deloitte.
El Embajador Andrés Rozental comienza con una breve presentación del Embajador Thomas Shannon, quien se ha desempeñado en el Departamento de Estado de los Estados Unidos y reconoce que una parte importante de su carrera está relacionada con América Latina. Aclara que dicha región está terriblemente convulsa por la situación en Venezuela y Argentina, así como la cuarta transformación que se vive en México.
El Embajador Shannon comenzó su reflexión con respecto a la búsqueda de mejorar la relación entre México y Estados Unidos, así como la necesidad de hacer esfuerzos para transformarla a profundidad; el Embajador nos indica que la sociedad debe cooperar con el gobierno para construir una visión bilateral, por lo que se viven momentos de introspección.
El Embajador estadounidense compartió sus experiencias como diplomático en varias naciones y realizó una comparación de la región con el resto del mundo; afirma que Latinoamérica avanza de manera impresionante. Expresa que los socios latinoamericanos son autocríticos y se enfocan en resolver sus propias debilidades sociales y gubernamentales; Latinoamérica tiene esperanza, ha tenido varios logros y esfuerzos para mejorar. Los gobiernos anteriores de Estados Unidos comprendían la importancia regional para los intereses de su país, donde existían entendimientos compartidos en temas comerciales y económicos, desde una perspectiva de integración regional de mercados.
El Embajador comenta que en sus casi 35 años de carrera, ha visto una región latinoamericana transformarse: de gobiernos totalitarios a democráticos, de mercados cerrados a abiertos, de sociedades exclusivas e inclusivas, del desarrollo de cada nación al ámbito regional mediante la integración, del aislamiento del mundo a una región globalizada. Con algunas excepciones, Shannon percibe que los países que usan la democracia y el libre mercado consiguen una transformación social; no sólo se encierran en sus fronteras, sino también en sus relaciones regionales. La transformación es resultado de un intento de mostrar que los gobiernos democráticos pueden construir sociedades democráticas. Es la única región del mundo con niveles de desarrollo; cada país entiende que la democracia es la base de la transformación. Uno de los papeles de Estados Unidos con respecto a Latinoamérica, es preservar la reserva estratégica a partir de los desafíos de seguridad nacional en otras partes del mundo, ya sea Rusia, China o Corea. En cuanto a la cuestión migratoria, el Embajador invita a reconocer que excluir y deportar a los migrantes no es una política suficiente para frenar los niveles que se están presentando, por lo que se necesita un Acuerdo Migratorio con todos los países afectados, incluidos los países expulsores y los países de paso (Centroamérica y México). Afirma que para Estados Unidos es conveniente que México o Guatemala sea un tercer país seguro para los migrantes.
El Embajador Rozental concuerda con la afirmación de su homólogo que Estados Unidos conviene crear un tercer país seguro, pero no para México y Centroamérica. Dice estar atento a las negociaciones del Canciller Ebrard y el equipo del presidente Trump en Washington sobre las políticas bilaterales de migración. Advierte sobre la política de Estados Unidos de usar la amenaza para aquellos que no hacen lo que se les dice, sufran una consecuencia comercial, en otras palabras, el uso del comercio como arma para lograr los propósitos de política exterior.
El Embajador Shannon concuerda que es una estrategia peligrosa, puesto que se reconoce el poder del comercio. Un ejemplo se da en Centroamérica, en donde con solo con una amenaza, los guatemaltecos no tenían remedio más que firmar un acuerdo con Estados Unidos porque un colapso de la industria en Guatemala tendría un impacto terrible en el empleo. Estados Unidos encontró una manera de forzar a un país de hacer algo, pero al mismo tiempo se creó cierto resentimiento por la agresividad. Su vulnerabilidad quiere ser explotada y agresiva.
El Embajador Rozental afirma que México no debe pelearse con Trump debido a las amenazas arancelarias que tienen efectos negativos en el país. Enfatiza el peligro que genera en la economía mundial el uso de sanciones económicas y comerciales, las cuales no sólo afectan al país indiciado sino a la economía global en general. Probablemente vamos hacia un decrecimiento de la economía mundial en un futuro próximo, como resultado a las acciones de Estados Unidos. México ha tenido participación diplomática, bilateral y regional, con poca presencia hacia el exterior. Pone en duda si México debe soportar los golpes o madurar en la relación para influir a la contraparte, porque México no siempre está de acuerdo con decisiones de los estadounidenses, ya sea en lo bilateral o lo multilateral. Algunos ejemplos de discrepancia en las posturas en la relación bilateral son Venezuela, Cuba, Brasil y Argentina.
El embajador estadounidense continúa al decir que se vive en un tiempo de transformaciones, por lo que se necesita reconstruir de nuevo la política económica y comercial del mundo. En estos momentos parece que se navega en tinieblas, sin tener cierta dirección, por la manera en que las democracias están funcionando. Por esta razón, se deben construir voluntad política e instituciones para enfrentar estos retos. A pesar de todos los problemas, los cambios deben ser democráticos.
El embajador Shannon considera la necesidad de cambiar la retórica política de Estados Unidos. Algunos creen que con la derrota de Trump, todo va a regresar a lo que era antes. Pero pone en duda dicha situación, pues Trump no es la causa sino la consecuencia de una serie de cambios políticos. El presidente actual ofreció una voz para aquellos que no eran escuchados y considera que Estados Unidos no es el único país que ha experimentado dicho fenómeno. El mundo tomó tiempo para ajustarse a la retórica de Trump, en la que se exhibe al resto del mundo como un ladrón y a los estadounidenses como las víctimas. Por ende, apunta a la necesidad de construir un diálogo entre líderes políticos y el pueblo, aunque tomaría varias generaciones para generar un consenso.
El Embajador Rozental agrega que en Estados Unidos, hay sectores que entienden la importancia del liderazgo en el mundo y de la importancia de que su país mantenga ese liderazgo, que en gran medida se ha erosionado. Por ejemplo, en el caso migratorio, si no se incluye a Centroamérica en las discusiones, el problema migratorio continuará. Agrega que la mayoría de los estadounidenses ven el fenómeno migratorio como algo positivo.
El Embajador Shannon comenta que el asunto migratorio es muy sensible y complicado, razón por la cual está muy politizado en todo el mundo. Desafortunadamente, en el proceso de polarización, la verdad desaparece. En el fondo, Estados Unidos entiende el asunto migratorio, puesto que la mayoría de las personas tienen ascendencia de otros países por varias generaciones y lo reconocen. El Embajador acepta que la aplicación de la ley no funciona bien y lo que pasa en la frontera es evidencia de dicha falla. Parte de la culpa de la falta de renovación del sistema migratorio es del Congreso americano y de la incapacidad de éste para llegar a un consenso; sin embargo, también reconoce que es en parte del ejecutivo. Lo que resulta interesante de Trump es que empieza su mandato con la idea de cerrar las puertas y emitir prohibiciones de viaje, cambiar requisitos de visas y disminuir refugiados y visas, así como de hablar de muros. Lo importante es que parece que hasta ahora se entiende que no se puede frenar la migración en la frontera, sino que se tiene que empezar antes de la misma. Por eso el debate y la presión encima de México, para frenar migrantes centroamericanos.