Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales

Última actualización:
2024-04-24 10:46

TURBULENCIAS EN AMÉRICA LATINA

El Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI) presenta el evento "Turbulencias en América Latina" en el que contamos con la presencia de Axel Kaiser (Director General, Fundación para el Progreso, Chile) y Ricardo López Murphy (Exministro de Defensa y Economía de Argentina). En este diálogo se discutieron los principales eventos políticos y económicos que aquejan a la región latinoamericana. La discusión fue moderada por Vanessa Rubio, Asociada COMEXI.

Después de las palabras de bienvenida de la Directora General de COMEXI, Verónica Ortiz, el panel comienza con una introducción de Vanessa Rubio. Describe que América Latina ha progresado en su inserción en la economía global en las últimas décadas. No obstante, en 2019 hubo una serie de choques de realidad.

Ejemplo de esto fue la disolución del Congreso de Perú por el presidente Vizcarra, que creó una crisis jurídica constitucional en ese país. Posteriormente, el presidente Lenin Moreno de Ecuador, suprimió los subsidios a las gasolinas, elevando el precio y generando descontento. Vanessa Rubio también repasa el tema de Chile, considerando un acontecimiento coyuntural el aumento de los precios del metro, lo que desató un estado de emergencia y está obligando a un cambio electoral. Añade la crisis electoral de Bolivia que obligó la renuncia de Evo Morales. En Colombia también hubo manifestaciones por una reforma a las pensiones; reitera que tampoco se debe ignorar la falta de instituciones y gobierno en Haití, para finalmente, hacer hincapié en que no se debe olvidar que hay un tema pendiente por resolver que es el caso de Venezuela.

Una vez explicado este contexto de turbulencias en América Latina, Vanessa da inicio al panel de diálogo preguntando: ¿Qué está pasando en América Latina? ¿A qué responde este descontento social? ¿Cuáles son los factores estructurales que se deben considerar? ¿Qué se puede hacer para responder a estas situaciones?

Comienza su primera intervención Ricardo López Murphy describiendo que el mundo de la posguerra, acompañado de un nuevo sistema de cooperación y libertad económicas, permitió mayor crecimiento económico y redujo la desigualdad a nivel global. Explica que el orden liberal fue exitoso porque permitió crecimiento y aseguró la paz a nivel internacional. Sin embargo, América Latina se ha rezagado respecto a otros continentes y donde los últimos cinco años representaron un retraso de 75 años hacia le pasado.

Este retroceso, continúa López Murphy, es evidente en gobiernos que han enfrentado una caída sustancial del PIB y pobreza extrema, lo que lleva a concluir que el camino que se ha seguido estos últimos cinco años no es el adecuado. La explicación que da para este bajo crecimiento y pobreza es que América Latina invierte poco y está poco vinculada al mundo, al sistema económico internacional en comercio y en inversión. Sumado a ello, hay poco gasto en desarrollo, lo que no le permite ser una región competitiva. La razón por la que ha fallado en abrirse al mundo es porque los gobiernos y los empresarios no han sabido crear las condiciones para la sana competencia, resultado de un capitalismo de compadres.

López Murphy destaca entonces el ejemplo de México en las últimas décadas, puesto que fue un país que logró reemplazar la dependencia de recursos naturales y bienes de bajo valor, por un crecimiento económico basado en la manufactura y los servicios. Se convirtió en un país tan competitivo, que Donald Trump llegó a temer esta competitividad mexicana. Concluye su primera intervención argumentando que el problema está en que México no ha sido capaz de profundizar esta nueva competitividad.

Se continúa con la primera intervención de Axel Káiser, quien hace un análisis acerca del problema desde una perspectiva cultural. Comienza argumentando que los ciudadanos latinoamericanos esperan que el gobierno resuelva todos sus problemas; es decir, que hay una idolatría por el gobierno. De forma contraria, explica, en la cultura anglosajona hay independencia del gobierno y el individuo es ciudadano, pero no dependiente de nadie. Es esta la razón por la que no hay instituciones en América Latina que depositen su confianza en la ciudadanía y que se sostengan en el tiempo.

Axel Káiser prosigue explicando que es esta cultura continental una de las principales razones por las que Chile está colapsando hoy en día. Describe que, dado que el cerebro humano funciona con base en las narrativas y no en los hechos, la mentalidad de izquierda y sus narrativas se han asentado de manera profunda en Argentina, Cuba y Venezuela; pero cada vez toman más fuerza. Este relato de lucha de clases y malestar social denuncia a Chile como un paraíso de desigualdad y corrupción, aunque los hechos son otros.

En realidad, desde 1990 la población vio crecer su ingreso un 400%, con una caída en la desigualdad que, aunque aún existe, se ha reducido significativamente respecto a generaciones anteriores. Procede a ejemplificar el caso de la educación, donde el acceso que tienen los chilenos a la educación superior es el promedio presentado por la OCDE con una movilidad social mayor a la de los países de la misma institución. Sin embargo, estas narrativas que describió previamente siguen repitiendo un discurso falso y que eventualmente llevaron al poder a Michelle Bachelet a la presidencia.

Esa administración, explica Axel Káiser, implementó reformas que resultaron ser sumamente destructivas para el avance económico de Chile. Añade que fueron cuatro años de crecimiento negativo de las inversiones con un colapso del 50% de los salarios reales. Entonces vuelve a cambiar el escenario y llega el presidente Francisco Piñera, quien prometió regresar la inversión. No obstante, se trata de una administración que carece de agresividad en su agenda y no han dado resultado las políticas, lo que acumuló el descontento de la población. Cuando se sube el pasaje del metro 30 pesos (enfatizando que Bachelet lo subió 80 pesos en su momento), estallaron las protestas.

La primera intervención de Axel Káiser concluye exhortando a crear una narrativa distinta. Es urgente cambiar, puesto que las acciones que se proponen como cambiar la constitución, podrían significar un retroceso económico del que Chile no saldría en décadas.

Vanessa Rubio retoma la palabra apuntando que ambos ponentes convergen en un mismo punto: identifican esta dicotomía entre los datos racionales de mejora y la alternativa propuesta que amenaza con destruir los logros del sistema económico y político actual que impera en América Latina. Prosigue a preguntar: ¿Cómo los sectores políticos, empresariales, sociales e intelectuales pueden transmitir la narrativa adecuada? Además, hace énfasis en el riesgo que presentan estas narrativas para el sistema de fondos de pensiones chileno y mexicano.

Responde primero López Murphy argumentando que sí existe un riesgo para las pensiones en esta narrativa de izquierda y que el ejemplo está en Kirchner, quien quitó los ahorros a las personas argumentando que pertenecían a un sistema corrupto y egoísta. No obstante, los hechos vuelven a mostrar otra realidad, donde este sistema funciona porque se basa en el mérito y esfuerzo de las personas, se adapta incluso al aumento de la esperanza de vida de las personas (lo que aplaza la edad de retiro) y suben los fondos a medida que incrementan los salarios. Explica que el sistema privado, así como el imperio de la ley, se basan en el principio básico de competir para cooperar y respetar los derechos individuales. Exhorta entonces a combatir estas falsas narrativas de forma directa, sin callar nada, teniendo cuidado con no exagerar las narrativas.

Después de esta intervención, prosigue Axel Káiser a presentar una solución para estas falsas narrativas. Describe que cinco años atrás, dio una conferencia a todos los presidentes de los fondos de pensiones en Chile, donde los invitó a luchar en contra de estas perspectivas de izquierda que estaban tomando cada vez más fuerza y que criticaban al sistema de pensiones de robar y no beneficiar a las personas. Pero este grupo empresarial no hizo caso y no se hizo nada porque estaba demasiado cómodos.

Por ello, plantea que los responsables de transmitir las ideas adecuadas son los mismos empresarios, las mismas élites. Se debe dialogar con las personas, convenciéndolas no sólo con los datos (que muestran que el 70% del dinero que recibe un pensionado chileno es rendimiento del fondo, no lo que aportó con el 10% de su salario), sino también con un discurso moral correcto. Se debe defender el sistema, pero los empresarios deben tomar responsabilidad.

 

Elaborado por Alejandro Hernández Buen Abad