Fecha Publicación: 10-05-2022
Abrir la sucesión presidencial fue una buena estrategia para prestarle sus alas a Claudia Sheinbaum, a quien quiere heredar su despacho en Palacio Nacional. Pero al no crecer frente a otros suspirantes a la candidatura presidencial de Morena, la estrategia está haciendo agua y el presidente Andrés Manuel López Obrador está perdiendo el control del proceso que detonó. A la rigidez que pretendió imponer en el manejo de la sucesión, le está pasando lo mismo que a una regla rígida, un fuerte golpe al centro la parte.
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