Fecha Publicación: 02-05-2022
La provocadora iniciativa de reforma electoral que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, envió a la Cámara de Diputados, no va a pasar porque Morena y sus aliados no tienen los votos para hacerlo. Lo saben, así que el intento no es otra cosa más que un ardid para rescatar simpatías perdidas. Incitar al enojo de los ciudadanos, a partir de presentarles los grandes números de lo que cuestan algunas instituciones y los partidos políticos, es una artimaña de los gobiernos con características populistas.
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