Fecha Publicación: 17-09-2025
El orden mundial es cada vez más endeble y, en esa proporción, la seguridad de los estados se adelgaza. El anhelo histórico de hacer de las relaciones internacionales un espacio de emancipación solidaria se desvanece ante la polarización que sucede al desencanto neoliberal. Las conductas unilaterales y la descalificación a priori de la habilidad de los propios estados para que prevalezca la cooperación, se posicionan hoy como columnas de un ordenamiento alternativo, donde el poder aspira a gestionar la anarquía y a controlar todo a su conveniencia. Esta dinámica perversa restringe espacio a los liderazgos responsables.
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