Fecha Publicación: 07-08-2025
La reciente imposición de aranceles de 15% por parte de Estados Unidos a productos japoneses, acompañada de la promesa nipona de invertir 550 mil millones de dólares en territorio estadounidense, marca un giro paradigmático en la relación bilateral entre dos de las economías más importantes del planeta.
Lejos de interpretarse como un conflicto comercial, este episodio evidencia un nuevo tipo de entendimiento geoeconómico entre grandes potencias: uno en el que los aranceles no son solo medidas punitivas, sino instrumentos de negociación y realineamiento estratégico.
Sigue leyendo aquí