Fecha Publicación: 14-07-2025
La desinformación es un desafío crítico en el mundo actual. Si hubiera escrito esta columna hace unos años, habría sonado a alarma, porque hablar de la desinformación era una novedad. Hoy, todos sabemos lo grave que puede ser la difusión deliberada de información falsa o engañosa, diseñada para manipular a la opinión pública, ya sea por actores nacionales o internacionales. Conocemos bien los casos de Rusia y China, que han perfeccionado sus estrategias en este terreno, y sabemos de numerosos episodios de desinformación nacional. Lo preocupante es que, a pesar de todas estas evidencias, en América Latina se ha hecho poco al respecto.
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