Fecha Publicación: 18-06-2025
El presidente Donald Trump parece estar en una trampa en la que políticamente está comprometido con una campaña de dureza hacia los migrantes indocumentados, pero que al mismo tiempo, puede tener consecuencias para la economía del país.
Trump reiteró el domingo sus órdenes de realizar deportaciones masivas con redadas que –por cierto– tocarían especialmente a ciudades gobernadas por demócratas como Los Ángeles, Chicago y Nueva York.
Pero tres días antes, el jueves, había indicado que pausaría las redadas de la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) en campos agrícolas, hoteles y restaurantes, que resultarían particularmente afectadas. Parte fue una intervención de la Secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, y parte por señalamientos empresariales sobre las consecuencias económicas.
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