Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales

Última actualización:
2025-07-30 16:36

MÉXICO: NO SE TRATA DE LUZ, SE TRATA DE PODER

Fecha Publicación: 16-06-2025

Francia nacionalizó su empresa eléctrica en 2023 sin escándalos. En México, cada vez que el Estado intenta recuperar el control sobre sus recursos energéticos, se desata la polémica. ¿Por qué lo que allá es estrategia de Estado, aquí se interpreta como retroceso o populismo?

La respuesta está en el poder. Por décadas, se nos enseñó que el desarrollo dependía del crecimiento del PIB y que el Estado debía ceder espacio al mercado. Así, el sector energético mexicano quedó atrapado en una arquitectura legal diseñada para debilitar la capacidad del país de decidir.


Eso está cambiando. México ha tomado una decisión: volver a decidir. Y lo está haciendo con claridad y visión desde la más alta autoridad. La presidenta Claudia Sheinbaum, junto con su secretaria de Energía, Luz Elena González, han trazado una ruta que rompe con la inercia neoliberal: recuperar la rectoría del Estado sobre sus recursos estratégicos y reorientar el sector energético en función del interés nacional.

El sector energético (Pemex, CFE y todo su entramado institucional) no es solo infraestructura: es soberanía. Durante años, los mecanismos legales (como el “autoabasto”) y la fragmentación de responsabilidades entre múltiples órganos autónomos limitaron la capacidad del gobierno para orientar la política energética según las prioridades del país.


Hoy se plantea lo contrario: que la energía se use en función de México y no solo del mercado. Que la justicia energética —el acceso equitativo, la cobertura en zonas rurales, la transición limpia— sea parte de los criterios que definan qué proyectos van primero.

Este cambio no es menor. No se trata solo de reorganizar trámites o crear nuevas oficinas. Se trata de transformar la lógica: pasar de un Estado que regula a uno que dirige.

¿Y los inversionistas? México no les está cerrando la puerta. Les está diciendo que quien quiera participar en su riqueza energética deberá hacerlo con otra mentalidad: respetando una visión nacional, no solo buscando rentabilidad inmediata. Así funciona en Noruega, Francia, incluso en EU con sus subsidios estratégicos.

Automatizar trámites, reducir discrecionalidad y simplificar procesos es parte del esfuerzo. Pero lo importante no es solo cómo se hacen las cosas, sino para qué se hacen. El objetivo es claro: que el Estado mexicano vuelva a tener la capacidad de decidir, con visión de justicia, sostenibilidad y soberanía.

Volver a decidir no debería escandalizar a nadie.Debería ser lo normal.

Participación en La Silla Rota