Fecha Publicación: 26-05-2025

Ciertamente, parece haber consenso en cuanto a que se trata de una cuestión complicada, difícil en sus mejores momentos de los tiempos y de importancia crítica en los actuales, cuando un régimen nacionalista de derecha ejerce el poder en el país vecino.
El gobierno del presidente Donald Trump, se esté o no de acuerdo con él, impone ahora leyes que determinan la forma en que su país aborda situaciones como migración, comercio y seguridad, sin que al parecer le importe mucho la consecuencia en otros países.

Su accionar los últimos cuatro meses puso al mundo de cabeza, al marginar de hecho desde pactos de defensa como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a convenios sobre comercio como el acuerdo México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) y lo que aún se piensa pudiera llegar a ser una región norteamericana integrada.
Pero mientras las actitudes estadounidenses no ayudan, el gobierno mexicano enfrenta demonios internos que tampoco son útiles.

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