Fecha Publicación: 13-05-2025
La noticia corrió como reguero de pólvora: el domingo por la mañana, el empresario Carlos Torres, esposo de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, dio a conocer que le había sido retirada la visa de turista. Poco después, la jefa del ejecutivo estatal hizo lo propio, confirmando un hecho inédito en la historia de la relación entre México y EEUU y abriendo un nuevo capítulo en la interminable crónica de la descomposición de la clase política mexicana.
Aunque tanto la gobernadora como su partido salieron rápidamente a intentar minimizar lo ocurrido, el escándalo no cesa, y es que no se trata sólo de lo que la pareja habrá o no hecho para merecer que se les cierren las puertas de su tan querido y frecuentado país vecino, sino de lo que se está destapando (o recordando) a raíz de las revelaciones.
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