Fecha Publicación: 11-05-2025
En meses recientes, hemos visto la intensificación de la competencia entre Washington y Beijing en América Latina y el Caribe. China, por un lado, visitó Perú con motivo de la inauguración del puerto de Chancay. Estados Unidos, por su parte, ha reforzado su presencia en el canal de Panamá. Una serie de eventos como esta pone de relieve una verdad tan vigente como antigua: el presente y el futuro son frecuentemente continuidades del pasado.
Continuidades que, en retrospectiva, pudieron haberse manifestado tempranamente en México. Los casos de Dragon Mart, en Cancún, y el Tren México-Querétaro podrían comenzarse a analizar, hoy en día, a la luz de una creciente competencia estratégica sino-estadounidense cuya trayectoria rebasa los 10 años. Hacerlo podría arrojar claves sobre las dinámicas que diversos países en América Latina han tenido –y tendrán– que navegar por razones económicas, comerciales y financieras.
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