Fecha Publicación: 07-05-2025
Decir que Donald Trump ha erosionado las garantías constitucionales e institucionales de Estados Unidos durante su mandato sería quedarse corto. Sus implacables y vertiginosos ataques contra las normas democráticas y el orden liberal internacional consolidado después de la Segunda Guerra Mundial han sido tan despiadados que han distorsionado nuestra percepción colectiva del tiempo: en medio de la confusión, a menudo no queda claro si su presidencia ha durado décadas, siglos o apenas poco más de cien días. Sus instintos en política exterior nos han hecho retroceder no solo décadas hacia la política de poder expansionista y el proteccionismo de principios del siglo XX, sino quizás siglos, canalizando incluso el ímpetu expansionista del Destino Manifiesto en su discurso de investidura.
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