Fecha Publicación: 06-05-2025
“Una canasta de deplorables”. Así describió Hillary Clinton a los partidarios de Donald Trump, su rival en las elecciones presidenciales de 2016. Hillary perdió estrepitosamente, no obstante su brillante y brilloso currículum y la exitosa gestión de su jefe Barack Obama, a pesar de lo que la mayoría de los medios tradicionales y las casas encuestadoras indicaban.
Ocho años después, la desafortunada frase todavía se recuerda, no sólo como una muestra de lo que nunca hay que hacer en política (denostar a los votantes), sino como un reflejo de la arrogancia de las élites que siempre creen que lo saben todo, cuando en realidad hace tiempo dejaron de entender lo que está pasando a su alrededor.
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