Fecha Publicación: 20-02-2025
Durante el primer mandato de Donald Trump (2017-2021), el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se negoció bajo un ambiente que rompió con la promesa de lo que fue el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de estimular el “libre comercio” y defender la “simetría de trato” entre las partes. Trump mostró, además, que puede imponer gravámenes unilaterales, sanciones o ambas a sus socios regionales, no solo para imponer sus preferencias comerciales, sino como arma de presión para obtener concesiones no comerciales, como cuando amenazó con imponer un arancel del 5% a México si su gobierno no frenaba la entrada de migrantes centroamericanos en la frontera con Guatemala. Esta amenaza echó por tierra uno de los motivos fundamentales por los que México se adhirió a la alianza trilateral desde 1994, que era asegurar el acceso al mercado estadounidense mediante un tratado que evitara su contaminación con otros temas sensibles de la relación bilateral.
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