Fecha Publicación: 27-01-2025
Las crisis en las relaciones bilaterales suelen considerarse peligrosas y desestabilizadoras, con el potencial de escalar hasta convertirse en un conflicto más amplio. Sin embargo, esos momentos también presentan oportunidades únicas para que los jefes de Estado demuestren su liderazgo.
Cuando se maneja con visión y determinación, una crisis bilateral puede convertirse en un catalizador para la unidad, la movilización nacional e incluso el progreso a largo plazo.
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