Fecha Publicación: 23-01-2025
A los gobiernos, como a las personas, se les conoce mejor frente a la adversidad. Gobernar sin contratiempos, con el poder concentrado en un movimiento y partido, hace que los desafíos de dirigir un país sean más manejables. Esto se amplifica cuando la oposición carece de liderazgos visibles, creíbles y con respaldo social.
No es que México sea un terreno sencillo: delincuencia organizada, cárteles de la droga, barones del dinero (legal e ilegal), caciques regionales, intereses partidistas, problemas medioambientales, pobreza, desaparecidos y homicidios son sólo algunos de los retos que enfrenta. Pero cuando a esto se suma tener como vecino a Donald Trump, los problemas se multiplican.
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