Fecha Publicación: 08-01-2025
Tan mal como suenan y tan brutalmente como hayan sido presentadas, las últimas declaraciones del presidente electo Donald Trump para que Canadá se convierta en el estado 51 de Estados Unidos, adquirir Groenlandia y el Canal de Panamá por la fuerza si es necesario y para presionar al gobierno mexicano en temas de seguridad –migración y narcotráfico–, tienen razones geopolíticas, estratégicas y económicas considerables.
Presentan una nueva señal de la forma caótica, transaccional, con que el viejo-nuevo mandatario espera llevar a cabo su segunda Presidencia, cuatro años después de haber terminado la primera.
Sigue leyendo aquí