Fecha Publicación: 09-12-2024
Los vientos de guerra asolan diversas regiones y, salvo las potencias, las demás naciones carecen de influencia para contenerlos. En un entorno tenso, las expectativas de la comunidad mundial sobre un futuro prometedor, ceden a la sombría realidad de los conflictos y, también, a la polarización y deterioro del tejido social en el Sur Global y, cada vez más, en los países desarrollados. Ante ello, poco pueden hacer los organismos multilaterales, porque su compromiso con el orden jurídico se diluye ante la realidad de un sistema internacional donde la ley sin fuerza ha probado ser inútil y la fuerza sin ley carecer de legitimidad.
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