Fecha Publicación: 19-11-2024
El rasgo distintivo de nuestra época es la competencia estratégica entre China y Estados Unidos. Por encima de la guerra en Ucrania y los conflictos armados en Medio Oriente, es esta lucha entre las dos superpotencias lo que impacta a todo el mundo. Lo que está en juego es el premio mayor de la geopolítica global: la hegemonía mundial en el siglo XXI.
Estados Unidos se convirtió en la superpotencia hegemónica al finalizar la segunda guerra mundial. Durante las últimas ocho décadas ha sido capaz de inducir o imponer las “reglas del juego” a nivel mundial, sobre todo desde 1991, cuando desapareció la Unión Soviética, víctima de sus propias contradicciones. Pero hoy China presenta un reto, cada vez mayor, a la hegemonía estadounidense. Lo hace a través de su creciente influencia en el comercio, las finanzas globales, y el control de las tecnologías de vanguardia en el siglo XX, en especial la inteligencia artificial.
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