Fecha Publicación: 06-11-2024
WASHINGTON. Al margen de quién gane o haya ganado las elecciones del martes, las relaciones entre Estados Unidos y México serán difíciles y complicadas, menos malas de lo que algunos suponen, pero lejos de ser tan buenas como las que desearía presentar al menos el gobierno mexicano.
Ciertamente, y a pesar de la cercanía geográfica y la complementariedad económica, los vínculos están sujetos a los vaivenes de la política, las veleidades de la opinión pública estadounidense y las ideologizadas posturas mexicanas.
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