Publication Date: 15-10-2024
Casi como si fuera un castigo escolar, el nuevo gobierno mexicano envió al rincón al embajador estadounidense, Ken Salazar, y le asignó una sola ventanilla para su trabajo, la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Es una limitación política por sus expresiones en torno a la reforma judicial en desarrollo ya, y sobre la cual Salazar expresó dudas y señaló sus potenciales complicaciones.
El embajador de Canadá, Graeme Clark, que cometió un pecado similar al de Salazar, iba también a recibir una sanción parecida. La limitación es en todo caso una variación del período de “pausa” que determinó el expresidente Andrés Manuel López Obrador, pero igual una señal de la que para muchos es una deteriorada situación de la relación con dos de los principales socios comerciales de México y su mayor vecino.
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