Publication Date: 08-10-2024
Las 100 acciones o promesas de Claudia Scheinbaum que leyó en el acto del Zócalo el día de su toma de posesión son una proclamación política. Falta, desde luego, vincular esos deseos con la asignación presupuestal de recursos disponibles para financiarlos y determinar así su viabilidad. Los deseos sin restricción presupuestal pueden ser infinitos y terminan siendo sueños. Lo que ubica en la realidad a esos objetivos es la disponibilidad de dinero con la que se cuente.
La Secretaría de Hacienda está en plena elaboración del Presupuesto Federal 2025 que deberá enviar al Congreso el 15 de noviembre. Ahí se conocerá la viabilidad de las acciones más importantes de ese listado de 100 anhelos. Se conocerán los criterios bajo los cuales se regirá la política económica. Por ahora, ya se conocen cinco objetivos fundamentales de la política hacendaria: 1) mantener e incrementar los programas sociales; 2) reducir el déficit de 6% del Producto Interno Bruto en 2024 a 3.5% en 2025; 3) reducir el cociente deuda pública a PIB; 4) continuar con los apoyos a Pemex, y 5) no llevar a cabo una reforma tributaria ni aumentar los precios de la electricidad y la gasolina más allá de la inflación.
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