Fecha Publicación: 07-10-2024
Mucha gente condena con gran energía —y razón— la violencia y muerte que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha desatado sobre el pueblo palestino desde hace exactamente un año, después de que un comando del grupo terrorista Hamas lanzó un ataque sorpresa contra civiles israelíes, asesinando a más de mil 200 personas y secuestrando a otras 250.
Sin embargo, pocos reparan en que el partido en el poder en México está siguiendo una política parecida a una que tomó Netanyahu antes de la guerra y que es necesaria para entender cómo el ataque de Hamas le vino como anillo al dedo para lanzarse a la guerra como una herramienta con grandes beneficios políticos.
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