Fecha Publicación: 27-09-2024
Los pasados seis años hemos visto una dinámica comunicacional cotidiana en la que mensajes disruptivos, casi siempre diseñados como provocaciones y anzuelos, generan reacciones en los opositores que lo único que logran es fortalecer y consolidar la narrativa dominante.
En los albores de la nueva administración sería muy delicado que la oposición siga sin enterarse de cómo le juegan el dedo en la boca.
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