Fecha Publicación: 18-09-2024
La suerte del próximo sexenio pareciera binaria: exitoso en reducción de pobreza e informalidad, o con serios problemas financieros y magro poco crecimiento.
La economía mexicana goza de ventajas estructurales como nunca: la primera, de naturaleza demográfica, es un mercado laboral estrecho con incrementos sostenidos en salario real y tasas de desempleo bajas para los próximos años. A partir del inicio de los ochenta del siglo pasado, México experimentó, hasta más o menos 2012, los incrementos de oferta laboral más importantes de la historia tanto en términos absolutos como relativos, por el tamaño de las cohortes que llegaban a la edad de trabajar y el alza paulatina de la tasa de participación laboral. El desplazamiento de la oferta laboral y la incapacidad empresarial de demandar más empleo, en particular las empresas medianas y pequeñas, resultaron en salarios reales estancados o hasta decrecientes.
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