Fecha Publicación: 23-08-2024
La salida de Joe Biden de la contienda presidencial abrió un profundo vacío en el proceso de sucesión del Partido Demócrata. Dicho proceso pudo haber reventado violentamente, atomizando a las diferentes tribus ideológicas y suscitando una profunda hemorragia política. Quizá la única esperanza del Partido Demócrata para prevenir dicho desangramiento era un escenario ilusorio, ficticio, al estilo de los bosquejados por Aaron Sorkin en la serie de televisión The West Wing, donde los clanes políticos abandonan sus divergencias a la luz de la inspiración celestial de un orador político talentoso. En cambio, la sucesión política tuvo lugar sin golpes: la vicepresidenta Kamala Harris irrumpió como la única contendiente, su campaña presidencial despegó y los demócratas escalaron en las encuestas presidenciales.
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