Fecha Publicación: 20-08-2024

La inesperada y rápida incursión de Ucrania en la provincia rusa de Kursk el 15 de agosto ha tomado por sorpresa al Kremlin, avanzando 40 km en territorio ruso en tan solo seis días. Esta operación, aunque arriesgada y costosa, ha sido un importante impulso moral para Ucrania, que ha enfrentado dificultades contra los avances rusos en el Donbás. Los soldados ucranianos han enfrentado combates intensos, con muchos heridos y algunos fallecidos. A pesar de estos desafíos, la operación ha demostrado la capacidad de Ucrania para atacar profundamente en territorio ruso, exponiendo vulnerabilidades en las defensas rusas.

El objetivo estratégico de la incursión sigue siendo incierto: si Ucrania pretende mantener el territorio, usarlo como moneda de cambio o simplemente avergonzar a Vladimir Putin. Aunque la operación ha obligado a Rusia a redistribuir algunas tropas, especialmente desde Járkov, aún no ha debilitado significativamente las posiciones rusas en el Donbás, un campo de batalla clave. El riesgo de sobre elevar los recursos limitados de Ucrania es real, pero la operación ya ha logrado un impulso vital en la moral, energizando tanto a los soldados en el frente como al público ucraniano. A pesar de los peligros, los soldados involucrados no expresan arrepentimiento, sintiéndose fortalecidos por su progreso.

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