Fecha Publicación: 19-08-2024
La transición de la cúspide del poder político a la vida civil ordinaria es un desafío complejo para los expresidentes y exprimeros ministros. Su influencia, conocimiento y redes de contactos pueden ser activos invaluables; pero también son una fuente de fricción si no se gestionan con cuidado. El desafío consiste en encontrar un papel que los mantenga comprometidos y respetados, al tiempo que evite su interferencia en los asuntos del gobierno en funciones. Es un delicado equilibrio.
Hace algunos meses leí el nuevo libro de Jared Cohen, “Life After Power: Seven Presidents and Their Search for Purpose Beyond the White House” (La vida después del poder: siete presidentes y su búsqueda de un propósito más allá de la Casa Blanca). Convertirse en “expresidente” es ocupar un lugar poco común en la vida de una nación.
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